Peligro insospechado

El milagro de Olivia que la región celebra: Peleó por su vida tras ahogarse con un maní

La familia en pleno.
La familia en pleno.

Olivia, una pequeña de dos años oriunda de nuestra región, semanas atrás debió pelear por su vida tras ahogarse comiendo maní. Hoy sus padres Florencia y Alan, celebran el desenlace positivo, pero reconocen que lo que sucedió con su hija fue un milagro.

Asimismo, comparten lo vivido teniendo en cuenta que es un accidente más común de lo que parece y no todos los padres tienen conocimiento del peligro que representa la ingesta de maní en menores de cinco años.

Cabe destacar que el caso de Oli se hizo inmediatamente viral en las redes sociales: cadenas de oración, promesas, cientos de mensajes circulando, fotos de la nena, toda la comunidad movilizada haciendo fuerzas para que la historia llegue a un final feliz. Y así fue.

“Elegimos hacerlo viral porque nos pasó que abríamos las redes y encontrábamos cadenas pidiendo por Olivia, nos empezaron a llegar cientos de mensajes de papás que habían pasado por lo mismo pero no tuvieron los mismos finales. Nos escribían familias de otras provincias diciéndonos que tuvimos suerte de que nos pase en La Plata, en Capital porque hay otras posibilidades. Nos escribieron papás diciendo que no tenían ni idea que un maní podía causar tanto daño. Esto nos impulsó, tenemos la posibilidad de  contarlo y queríamos aportar desde nuestro lugar chiquito, para que se tome conciencia”, comenzó relatando Flor, con una admirable entereza y plenamente feliz con Olivia jugando en su casa.

Muchos pediatras advierten la situación, otros no y el maní es algo habitual en muchos hogares. “Los médicos nos dijeron que es mucho más frecuente de lo que pensábamos. El endoscopista nos contaba que había sacado maní millones de veces, granos, semillas, una vez hasta germinada”, precisó la mamá de Olvia.

Un dato que aprendieron los papás de la pequeña y que hoy comparten con la comunidad es que la peligrosidad de los granos de maní, girasol y demás radica en que una vez dentro del pulmón comienzan a destilar aceite y sal, generando una reacción química que es letal.

“Semillas de frutas, girasol y sobre todo el maní, nos dijeron que el maní es de las peores cosas porque ya viene de estar en un lugar contaminado, arriba de la mesa en un plato, con gérmenes. Nos dijeron que si era maní con cáscara era peor, porque tiene agroquímicos que complican la situación. Estas son cosas que por ahí no todos lo saben, contamos esto porque quizás le puede servir a alguien”, explicaron.

La contención de la familia, amigos y de la comunidad

“Nos sentimos muy acompañados, eso nos ayudó  muchísimo. Ahora caímos un poco porque en su momento estuvimos muy acompañados. Desde las redes sociales, los mensajes de todo el mundo y así también de nuestra familia, nuestros amigos, todos estuvieron muertos de frío clavados en la puerta de la clínica”, expuso.

Cabe destacar que Olivia recibió las primeras atenciones en el hospital de Niños, Sor María Ludovica en la ciudad vecina de La Plata, allí ante la falta de un endoscopista pediátrico para la extracción de restos de maní en el pulmón debió ser trasladada a la Clínica del Niño de Quilmes.

“Estamos muy agradecidos con todos, teníamos el apoyo de gente que nos conocía y gente que no. Estuvieron todos pendientes y fue muy importante para nosotros, eso nos daba fuerzas para apoyar a la gorda”, expresó con gran sinceridad Florencia.

El cuadro clínico y carrera contrarreloj

Olivia había salido a cenar con sus padres, allí comió maní, se ahogó y luego estuvo 16 días internada, peleando literalmente por su vida. “Lo primero que hicimos fue llevarla al Hospital de Niños, si bien llegó conciente, lloraba, llegó mal, con poco oxígeno, Pero en La Plata no había endoscopista, había solo en el Garrahan y en el Gutiérrez en Capital. Desde el Hospital de Niños solicitaron que el profesional vaya a la clínica del Niño en Quilmes2, relató Florencia, haciendo un paréntesis para aclarar que tuvieron un inconveniente con la obra social, porque dieron infinidad de vueltas para proveer a la paciente de una ambulancia para el traslado.

“Querían conseguir un endoscopista en La Plata y la realidad era que no había. Nosotros vamos a reclamar, porque si bien Oli no tiene hoy secuelas ni nada, hizo un paro cardíaco, estuvo grave y nos hubieran mandado la ambulancia con tiempo no se hubiera complicado tanto el caso”, indicó la madre.

Pasaron días duros, con la pequeña en terapia intensiva, días y noches frente al centro de salud para no alejarse de Oli, con la única certeza de que el cuadro era grave, la vida de la nena corría peligro, y de que había que tener fe.

“Los primeros días fueron duros, si bien no empeoraba no había avances. Una vez que le hicieron la segunda endoscopia la empezamos a notar de mejor color, los valores de oxígeno estaban estabilizados. Esa endoscopía fue un martes y recién el sábado le habían sacado el respirador, nos reconoció y nos volvió el alma al cuerpo. De ahí ya fue todo más rápido, nos pasaron a terapia intermedia y fue respondiendo muy bien. Los pulmones empezaron a funcionar y ella ya quería dar vueltas carnero, toda conectada como estaba, estábamos con las enfermeras a los gritos porque se iba a enredar toda. Ahora es la misma india de siempre”, lanzó Florencia, seguido de un suspiro de alivio.

Hoy están los tres juntos en su hogar, con la pequeña como si nada hubiera pasado, tras 16 días internada, en terapia intensiva, con dos procedimientos quirúrgicos, habiendo superado un paro cardiorrespiratorio, y con sus padres y familia llenos de incertidumbre, únicamente a la espera de su recuperación.

“No se sabía cuáles iban a ser las secuelas, la nena había estado 12 horas sin oxígeno, podía pasar cualquier cosa, no volver a caminar, no volver a hablar. Hoy tenerla con nosotros como si nada es emocionante, la nena está perfecta, el pulmón está perfecto”, completó.

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