Luego de la marcha de padres realizada este miércoles con un grito desesperado para que las autoridades pongan fin a las reiteradas amenazas de bomba, este jueves las intimidaciones volvieron a sentirse con intensidad.

Desde el mediodía, alumnos de la Escuela primaria San Francisco aguardaban en la calle la llegada de personal de explosivos, debido a una amenaza recibida, para luego poder ingresar al establecimiento educativo. Lo mismo ocurría con los niños del Jardín 913 y los alumnos de la Escuela 21, establecimientos que ocupan la misma manzana.

Los padres aguardaban desde hacía más de dos horas, colaborando con las docentes en el cuidado de los niños en la vía pública, y la angustia ya forma parte del escenario habitual.

En este sentido, la mamá de una niña que cursa su primer grado declaró: “por lo menos que tengan una hora de clases, esto no puede seguir así, hace más de dos meses que no tienen clases normales”.

Mientras tanto, la escena se repite en otras escuelas de la ciudad, como la Técnica 2, la de Enseñanza Media Nº 1 y Nº 2 y hasta en el gimnasio municipal, lugar dispuesto para albergar a alumnos en casos de evacuación.