Lo tenía pinchado pero se le escapó en adicional

Estudiantes se salvó de la Villa

Villa San Carlos mereció traerse los tres puntos.
Villa San Carlos mereció traerse los tres puntos.

BERISSO, Septiembre 06.-(BerissoCiudad.com.ar) Ganaba Estudiantes de Caseros y era hasta lógico. Lo empató (con frentazo) Coco San Esteban. En la carrera final, Berdún adelantó 2-1 al Villero, que ya contaba tres puntos en Caseros, pero le igualaron en tiempo de descuento

 

“¡Estudiaaannn... Estudiaaannn...!”. Al petiso Giglio se le aflojaron las narinas ante la música que bajaba de la popular en Caseros. El utilero de San Carlos es “Pincha” pero de La Plata, y estaba en Caseros, con su San Carlos de la vida, para jugar por primera vez en la historia ante una prestigiosa divisa de la B. Con cara de nos pueden meter cincota al principio.

 

Contra un duro como Estudiantes de Buenos Aires fue la bandita de Berisso, “un equipito de la D que va a venir a defender”, como se escuchaba detrás de las paredes del vestuario, el mismo vestuario que al final de la función no soportó que le empaten 2-2 en tiempo extra, con el técnico Besada “destruido por el resultado” (sí, empatar de visitante le cayó mal al técnico de la Villa) que por poco se astilla una pierna al apuntar la injusticia sobre un banco, que pareció un banquito.

Empató la Villa en Caseros pero lo tenía ganado hasta el minuto noventa. No sólo que le ganaba sino que le controlaba la pelota, con la calidad que un padre tiene de la mano a un hijo. No sólo que le ganaba sino que lo dejaba sin invicto porque los Pinchas albinegros habían ganado los dos partidos anteriores.

 

Se lo estaba manducando, dicho en criollo, con una yapa, una ilusión hecha realidad de que “Coco” San Esteban había metido un gol... a Estudiantes.

 

¿Qué iba a decir la prensa de Capital si David vencía a Goliat? Nada menos que el recién ascendido y jamás aparecido por estas latitudes contra el puntero sólido, con dos triunfos en igual número de partidos. Dirían todo lo que nosotros, en la región, vamos a sostener a pesar de que no ganó aún: “La Villa se queda en la B”. Frase que en realidad ya le pertenecía a Facundo Besada, esa especie de Miguelito Russo.

 

Gol de Coco al Pincha

 

Arrancó en ganancia Estudiantes cuando le quedó picando la bola a Adrián Lamanna, un nueve que desató el gol entre los suyos, en su cancha.

 

Hasta que vino un corner pasadita la media hora y en el corazón del área saltó el más viejo del campo, el más conocido y tal vez el más querido. Por lo menos así lo sienten en el equipo berissense. Jorge San Esteban, libre de marca, aplicó un frentazo que dejó mudo a Lisandro Mendoza. Uno a uno, de la mano del legendario, más vivo y vigente que nunca. Golazo villero. Golazo para recordar por qué significó el primero del club en la B Metro.

 

En Caseros las pancartas siguieron flameando, pero con cierta desconfianza en el equipo. Incluso un trapo, que se paseaba en su palito con los colores de Jamaica, era testigo del afán del más humilde, del más querendón. Iguales terminó el capítulo de entrada.

 

Para que el pincharraterío sufra un poco más, a los 18’ del complemento vio el acrílico colorado el muy buen delantero Lamanna. Diez contra once, San Carlos buscó y buscó como si no tuviese en cuenta pasado y presente.

 

La historia está escrita por rebeldes, y por algunos que dan en el blanco. Juan Domingo Berdún, que había reemplazado a Madrid, ocho minutos más tarde entró al área y sin que la deje caer, la engachó “tres dedos” (“No es que le falten dos, ¿eh?”, bromeó Posti) dejó la foto de la pelota en los piolines.

 

Todo Caseros entró en ataque de desesperación y con la lanza se fueron arriba. El árbitro adicionó 5 (decisión correcta) y recién en el tercero un balón se filtró al área, Lillo la vio “boyando” y fusiló a Lavallén. Final.(Fuente: Diario HOY)

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