En horas del mediodía de este jueves, la gobernadora María Eugenia Vidal desembarcó en la ciudad de Berisso para hacerse presente en el Hospital Mario Larraín.
Con un manto de discreción para propios y ajenos, la mandamás bonaerense recorrió distintos sectores del edificio. Lo hizo con la compañía del director del nosocomio, Alfredo Zanaroni; el intendente municipal Jorge Nedela y un pequeño círculo íntimo de funcionarios.
El escenario no fue el mejor dado que el hermetismo de la visita fue contundente. Ni siquiera los propios trabajadores del Hospital sabían de la llegada de la referente PRO.
“Veníamos a reclamar mejoras edilicias, pase a plantas, por cooperativistas”, mencionó el referente de ATE Verde y Blanca, Alejandro Coronel, en torno a algunos puntos a reclamar.
En este marco, también manifestaron episodios de violencia y represión: “está la política en nuestro hospital y no le tenemos miedo a la persecución y repetimos que este modelo político tiene que cambiar”.
“Nos sorprendió la visita de la gobernadora. Nosotros no estamos en contra de la guardia nueva, necesitamos condiciones dignas de trabajo”, enfatizó la dirigente gremial María Angelani y cerró exponiendo: “queríamos acercarnos de manera respetuosa a ella”.