¿Vísperas de un Cromañón made in Berisso?

José “Lito” Kalis: “En el Concejo Deliberante no hay salidas de emergencia”

Piso levantado, portón destartalado, escalera empinada y cables sueltos.
Piso levantado, portón destartalado, escalera empinada y cables sueltos.

BERISSO, Agosto 17.-(Por JESÚS DAVID EMMANUEL GALARZA)Los practicantes de deportes extremos deberían entrenar en las instalaciones donde se encuentra el Honorable Concejo Deliberante de Berisso. Ignoro si el lector conoce o no esos llamativos programas chinos de ESPN, en donde los participantes deben cruzar obstáculos dificilísimos. En el orden local tendríamos como parangón “Hombre al Agua”, de los hermanos  Sebastián y Eugenio Weinbaum de MDQ.

 

Esta observación no es realizada con el ánimo de ofender o lastimar de alguna u otra forma a quienes se desempeñan dentro del Concejo Deliberante. Es una denuncia constructiva y necesaria para que los responsables tomen al toro por las astas, antes de que el toro se descontrole.

 

CRÓNICA: CONSEJOS PARA EL CONCEJO

 

Daré inicio a mi crónica sobre el estado de las instalaciones, comenzando desde el ingreso al edificio ubicado en calle 8 y Montevideo.

 

La entrada es cerrada, con un portón precario de fierro y destartalado alambre pintado. Hay cuatro escalones angostos para entrar por dicha puerta, y no se ve ningún signo de rampas para personas discapacitadas. No es un dato menor pensar que por ese montón de cemento despreocupado, diariamente transitan individuos mayores y personas con algún tipo de discapacidad.

 

Una vez dentro de la edificación nos espera algo que parece ir mejorando la situación edilicia, un hermoso piso de madera. ¿Una cálida sorpresa? No, lamentablemente su estado no es el mejor, ya que la madera se encuentra levantada, ondula cuando uno la camina, y hasta me animaría a decir que hace perder el equilibrio.

 

Cuando continuamos -si es que podemos contra las antedichas complicaciones- nos encontramos con unas perpetuas escaleras que nos acercan cada vez más al recinto. Previamente hay que subir doce escalones empinados, para luego tomar un breve descanso en una pequeña plataforma, y continuar subiendo la docena de escalones que nos restan.

 

En esa instancia, resulta evidente que el ámbito en donde se reúnen los ediles está situado en un segundo piso, cuando en realidad, se me ocurre pensar, un espacio tan concurrido por los ciudadanos debería encontrarse en planta baja.

 

Actualmente existe un proyecto de ordenanza para modificar las playas de Berisso para personas discapacitadas, para que estos últimos puedan disfrutar de ellas como cualquier ser humano. Lo ideal sería complementar esa ordenanza, para que los edificios públicos de la ciudad también tengan vías de accesos para personas con capacidades diferentes.

 

Creo que a esta altura es una redundancia señalarlo, pero vale recalcar que la municipalidad carece de accesos aptos para todos.

 

Un suspiro grande es la primera reacción de cualquier hijo del vecino, ante la vista de aquellas escaleras y los cables que cuelgan sobre ella, de los cuales no sabemos si tienen corriente.

 

Finalmente, luego de ese adrenalínico caminito, usted logrará ingresar al recinto.

 

EL RECINTO

 

“En el Concejo Deliberante de Berisso no hay salidas de emergencia”, me advertía días atrás el ex concejal José “Lito” Kalis (1997 - 2001), quien buscaba que la información sea difundida y trascienda hasta alguna oreja preocupada.

 

La puerta de chapa y vidrio que sella el recinto se termina de cerrar con un trapo entre la pared y la susodicha puerta. Sí, un trapo es el cerrojo provisorio para atrancar el portón en invierno, cuando hace frío.

 

Por la calle pasan camiones y colectivos. Pero uno los siente como si pasaran por debajo del suelo que se pisa porque, sin ánimos de exagerar, puede percibirse como retumba todo a nuestro alrededor.

 

Me animo a decir que, en caso que el Concejo Deliberante sufriera un incendio, Berisso tendría su propio Cromañón. No hay salidas de emergencia, estaríamos obligados a salir corriendo entre el humo y el fuego por ese movedizo piso que retumba por el movimiento vehicular, bajar las erguidas escaleras de inmediato, con cuidado de no tocar los cables que cuelgan de la misma. Luego, desestabilizados por el piso de madera, bajar los escalones finales para llegar a la vereda muy próxima a la calle transitada. Rogando, en este punto, que el envión de la corrida no nos empuje más allá de la vereda.

 

LA INSEGURIDAD: ¿D’MODE?

 

Consideraciones aparte, otra cosa que me llamó poderosamente la atención fue la falta de personal policial estable en el lugar. Por eso acudí a evacuar mis dudas a la comisaría Primera, emplazada a pocos metros del Honorable Concejo Deliberante.

 

“Hay efectivos de nuestra departamental, cuando los concejales los piden por nota”, me comentó el oficial a cargo de la mesa de entrada, y agregó: “Cuando piden resguardar la seguridad mandamos dos efectivos, pero depende de lo que pidan los concejales...”.

 

El edificio que hoy ocupan los ediles antes era una hilandería, donde se fabricaban pañales, gasas y toda clase de telas blancas. Noté que cualquier persona puede entrar con un arma blanca o arma de fuego cuando le plazca, y atentar contra la vida de los concejales, las visitas o los empleados.

 

El lugar en cuestión hoy es compartido por el Concejo Deliberante y la secretaría de Planificación, además de otras y nuevas áreas que pronto se sumarán.

 

No todos los berissenses poseen un cuerpo legislativo al alcance de la mano. Existe inseguridad para los concejales y toda persona que se encuentre en el lugar. Algo muy parecido a una trampa mortal.

 

¿Quién permite todo esto? ¿la comuna? ¿las autoridades no tienen capacidad para desarticularlo y optimizar sus instalaciones?

 

Berisso quiere respuestas.(Fuente: REAL POLITIK)

 

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