Indignante

La indiferencia del Estado comunal ante la necesidad de brindar una vida digna a un hijo

Milagros junto a sus hermanos.
Milagros junto a sus hermanos.

Stella Maris es una mamá que con tan solo 29 años debe afrontar una lucha desigual enfrentando las ausencias y la indiferencia del Estado ante los graves problemas de salud  que padece su hija Milagros, de 9 años, quien lucha día a día por una parálisis cerebral que derivó en otros problemas.

Stella vive con su pareja, y Milagros tiene tres hermanos más, dos más pequeños y una mayor que ella, quienes conviven en una casa alquilada en nuestra ciudad, que con solo lo que ocupa la cama ortopédica que debe utilizar Milagros, el espacio ya no es suficiente. Con el único ingreso económico del padre, quien trabaja de chofer de un taxi en La Plata, no alcanza para afrontar otro tipo de alquiler.

Estela se enteró no hace mucho tiempo que ella misma está atravesando también un problema de salud, cuando le detectaron fallas en dos válvulas de su corazón, por lo que debió comenzar un tratamiento y ya no puede rebuscarse realizando cosas dulces para vender, y dedica toda su energía en la atención de sus hijos.

BerissoCiudad publicó este caso a principios del mes de febrero, en aquel entonces desde el propio intendente Jorge Nedela hasta funcionarios de Acción Social se comprometieron a abordar el tema, pero nada fue una respuesta concreta, solo promesas, ya que el secretario de Promoción Social Manuel Simonetti visitó su vivienda y ofreció mobiliario, que no es la solución en este caso.

Por su parte, la directora del área Sonia Pascolini ofreció leche siendo esto una oferta que nada tiene que ver con la necesidad de la familia. El jefe comunal jamás la atendió, a pesar de que Estela cuenta que asistió en seis oportunidades a solicitar una entrevista y nunca fue atendida a pesar de haber asistido con Milagros a la comuna.

Sobre esto, Estela contó: “cada vez que voy, me ve la chica de la mesa de entradas y ya sabe que es para una nueva audiencia ya que nunca me llaman”.

Por esas cosas injustas de la vida la salud de Milagros fue empeorando complicándose hasta tal punto que en los dos últimos meses sufrió varias fracturas en distintos huesos de su cuerpo, hecho que la limita para asistir al Centro de Día, y en las últimas horas debieron llevarla para un control al Hospital de Niños y debió quedar internada ya que le detectaron una neumonía.

Hoy su mamá desde el Hospital padece la angustia por el estado de salud de Milagros, junto a la de pensar cómo estarán sus hijos, ya que su marido maneja el taxi de 12 a 22 horas y una vecina colabora en el cuidado, mientras esperan que se cumpla la promesa de una cooperativa.

Sobre Milagros quedan varios días de internación hasta dar con el antibiótico adecuado para frenar la neumonía, y luego la internación domiciliaria que no se podrá concretar si esta familia no consigue una vivienda con el espacio suficiente para darle la mejor calidad de vida a Milagros. 

Por último, desde BerissoCiudad remarcamos a los señores funcionarios que: no es leche, no son muebles, ni una casilla. Es una ayuda económica efectiva, garantizar una vivienda adecuada para que esta familia pueda vivir en un lugar digno para afrontar la delicada enfermedad de su hija de tan solo 9 años.

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