En diálogo con BerissoCiudad, la referente de la ONG Decir Basta, Claudia Vivas, hizo mención entre otras cosas a la realidad que atraviesa la ciudad en lo que respecta a  violencia y abusos.

“Hemos tenido mucha demanda por abuso hacia las niñas. Es terrible porque es muy difícil acceder a la justicia porque los organismos que tienen que velar por cuidar las medidas y demás están rebalsados, superados”, precisó la referente de la ONG y afirmó que es necesario el ejercicio de la figura del Abogado del Niño.

Destacó también que hay resistencia por parte de organismos públicos a dar asistencia psicológica a niños, teniendo en cuenta que detrás hay un trabajo extra que tiene que ver con la realización de informes concretos.

“Es una discriminación y una violencia hacia los niños, los profesionales tendrían que ser más sensibles, porque hay como un miedo a la asistencia  porque te puede llamar el juez. Y si no te gusta esto te hubieras dedicado a otra cosa”, arremetió Vivas, afirmando que para los niños la instancia de atención psicológica es reparadora.

En estos casos de abuso, el rol de la escuela es fundamental porque se presenta como receptiva e identifica situaciones. Además hay que tener en cuenta que las personas que trabajan con niños desde la función pública están obligadas a denunciar ante la más mínima sospecha.

“La mayoría de las veces la problemática es intrafamiliar entonces hay toda una crisis y hay que recorrer con los padres ese sendero, porque sienten culpa, sienten que lo dejaron abandonado y nos parece que el tema del abuso hacia los niños hay que prevenirlo”, manifestó la entrevistada.

“En nuestra experiencia, con los niños que trabajamos la terapia individual resultó muy reparadora. Ellos se sintieron escuchados, cesó el contacto con el acosador o abusador. A veces hay casos de padrastros denunciados y la madre no le cree al chico, y hay que estar porque lo peor que puede pasar es que el nene se anime a hablar y lo obliguen a seguir viviendo con el abusador o con el violento. Estas cosas pasan en la ciudad de Berisso y nosotros nos ponemos firmes con eso, los niños deben ser protegidos”, declaró.

Acto seguido, sostuvo que “hay que trabajar desnaturalizando el abuso porque hay gente que te dice, bueno no la penetró pero le mostró los genitales, la tocó y eso es un abuso. A veces no se les cree o se culpabiliza de una crisis de situación familiar y hay que sostener esto que es muy difícil”.

También remarcó la necesidad del abordaje interdisciplinario, generando redes de contención y trabajando para la justicia, dado que el 95 por ciento de los casos queda impune.

Sobre el impacto de la temática Ni Una Menos a nivel nacional, Claudia certificó que hubo repercusión en lo local: “Sí se ve en la ciudad de Berisso, se desnaturaliza la violencia, no se aceptan cosas que antes se aceptaban. Se empieza a romper con la cuestión de mandatos, de machismo, de situación que generan más violencia”.

“Además notamos que gente es más solidaria con las víctimas, los amigos, familiares, ya no hay tanto mito como que le gusta que le peguen o algo habrá hecho. Hay más compromiso por defenderlas, también hay una condena social al violento, mismo desde la comunicación social”, prosiguió, aunque admitió  que continúa existiendo el “embudo” que es la justicia.

Para concluir la referente de Decir Basta agradecio al Partido Intransigente por otorgar en comodato las instalaciones donde funciona la ONG en calle 13 entre 166 y 167.