La historia viviente - Capítulo IV

Malvinas, la herida que no cierra: entrevista a un británico y rispideces que no cesan

El grupo de ocho veteranos de guerra de Lomas de Zamora que viajaron a Malvinas y terminaron detenidos.
El grupo de ocho veteranos de guerra de Lomas de Zamora que viajaron a Malvinas y terminaron detenidos.
La hostilidad kelper: no permiten que ex combatientes se saquen fotos con banderas argentinas en el cementerio donde descansan sus compañeros.
La hostilidad kelper: no permiten que ex combatientes se saquen fotos con banderas argentinas en el cementerio donde descansan sus compañeros.

Por Agustín Mauad de la Reacción de NOVA

La herida está abierta y aun sangra. Lejos del acercamiento, a 37 años de la guerra de Malvinas, los hechos de confrontación entre británicos y argentinos aún son noticia cotidiana. Ahora, ocho ex combatientes argentinos que visitaron las Islas fueron arrestados por mostrar en el cementerio una bandera con la imagen de las islas y la leyenda “territorio argentino”.

Aparentemente, un isleño denunció sentirse agraviado por la bandera y los cantos: los veteranos de guerra entonaron el Himno Nacional y realizaron un minuto de silencio por los soldados caídos que hoy descansan en el Cementerio Argentino, a varios kilómetros de Puerto Darwin.

A pesar de algunos encuentros, como el de un argentino que devolvió a la hermana de un soldado inglés caído un casco capturado como trofeo de guerra, o el soldado escocés que entregó una trompeta que también se había llevado de recuerdo de las islas, las rispideces están a la orden del día. Para conocer las posturas que hoy prevalecen en este antagonismo, NOVA te lleva de recorrido por Gran Bretaña, Malvinas y Argentina.

La postura británica

Conocemos la historia de nuestros héroes, en las Escuelas se reivindica a los ex combatientes y en las noticias el 2 de abril sigue vigente. Pero en estas tierras no estamos acostumbrados a escuchar el posicionamiento británico. En ese sentido, NOVA entrevistó a Roger Lorton, un investigador/historiador de las “Falklands” que vive en el Reino Unido y sentó postura ya en la primera pregunta: “El dolor de 1982 no ha desaparecido, por eso no tengo dudas de que a los isleños les molesta la presencia de los invasores en su país”.

En cuanto a la hostilidad de los kelpers hacia los argentinos, manifestó que “los isleños se sienten británicos por su historia”. En esa línea, está totalmente en desacuerdo con que argentinos hagan “actos políticos” en las islas, como mostrar banderas o entonar canciones. Sobre las últimas detenciones de los 8 ex combatientes argentinos, dijo: “Las leyes aparentemente se rompieron y se hizo un arresto. La decisión al final no fue enjuiciar”.

En relación a la discusión sobre la soberanía de las islas después de la guerra y posibles acuerdos diplomáticos, fue tajante: “Argentina dejó de hablar y eligió el juicio por combate. Argentina perdió, aunque no aceptó que la guerra había terminado hasta 1989. El Reino Unido ahora considera que el asunto está resuelto”, manifestó el hombre de 64 años.

Ante la exposición de los argumentos argentinos por los cuáles se reclama la soberanía de las Islas, aseveró: “Siempre se reduce a lo mismo: el reclamo de una herencia de España. Dejando de lado las teorías legales, ni España ni Gran Bretaña reconocieron tal herencia. Ni los Estados Unidos que tomaron medidas contra el asentamiento de Vernet en diciembre de 1831”.

“La geografía es irrelevante en el derecho internacional desde 1928 y se considera que las islas tienen sus propias plataformas continentales desde 1952. Hay muchas naciones en la placa sudamericana. La Patagonia solo fue colonizada por Argentina en la década de 1860. Mucho después de que Gran Bretaña reafirmó sus derechos a partir de 1765 sobre las Islas Malvinas. Argentina no tiene un 'mar continental', los mismos límites que cualquier nación costera”, añadió quien se autoconsidera “Falklands researcher”.

La hostilidad kelper

Casi cinco años atrás, la Asamblea Legislativa de Malvinas debatía prohibir los despliegues de banderas argentinas en el archipiélago. La semana pasada, tuvo lugar el primer incidente serio que responde a dicha iniciativa: la detención de los 8 ex combatientes argentinos (como se explicó anteriormente), que para los kelpers realizaron actos "insultantes" que ya se consideran infracción.

Desde las Malvinas, el consejero Barry Elsby fue tajante: subrayó que todos los veteranos eran bienvenidos en las islas pero que "no tolerarán "una agenda política" de nadie, con banderas flameando y proclamas con que las Malvinas son Argentinas. Elsby se expresó así: "Las Islands Falkland dan la bienvenida a verdaderos veteranos de Argentina y Reino Unido que desean visitar las islas para ayudarlos a encontrar acuerdos con la guerra horrible de 1982".

Aseguró que ello se evidenció "claramente con el total apoyo al proceso de identificación de los soldados desconocidos en el cementerio argentino" de Darwin y la subsecuente visita de familias bajo el paraguas de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas. Se refería al análisis de ADN a 122 restos sin identificar que surgió como fruto de un acuerdo previo entre Londres y Buenos Aires, el llamado Plan Proyecto Humanitario.

"Lo que el gobierno y el pueblo de las Falklands no van a tolerar es la gente que viene aquí con una agenda política, flameando banderas y clamando que las islas pertenecen a la Argentina. Y ese fue el caso de este grupo.", remató.

La detención en primera persona: la historia de Escobedo

Luis Alberto Escobedo nació en Santiago del Estero hace 57 años. Su sueño era ser jugador profesional de fútbol. A los 18 años ya se desempeñaba en las inferiores de Los Andes y estaba a un paso de la Primera División. Quienes lo habían visto jugar, aseguraban que tenía mucho futuro en el verde césped. Pero un hecho no deportivo marcó su vida para siempre.

Es que, más allá de su experiencia como futbolista, la Guerra de Malvinas le dejó una marca imborrable. A los 19 años -mientras hacía el servicio militar- fue trasladado a las Islas y combatió contra las fuerzas británicas. Nunca olvidó esos días terribles.

Junto a otros compañeros, 37 años después vistió el Cementerio de Darwin, situado en una zona inhóspita y desértica, a unos 60 km de la ciudad, para honrar a los caídos: “Hicimos un minuto de silencio y después cantamos el Himno argentino y lanzamos frases como ¡Viva la Patria!... Además, exhibí una bandera que llevo siempre con la imagen de las Islas y la frase Territorio Argentino. En ese momento estaba en el cementerio un periodista austríaco que había llegado en un auto manejado por un kelper, que nos miraba atentamente", le contó Escobedo a Clarín.

La sorpresa llegaría al día siguiente, mientras Escobedo y sus compañeros dormían. "Bien temprano vino la policia y, pieza por pieza, nos sacaron los pasaportes, los celulares, las cámaras de foto, la ropa y otras cosas personales. Nos tuvieron detenidos dos días y nos trataron como si fuésemos delincuentes. Nos tomaron las impresiones digitales y nos sacaron fotos de frente y de perfil. Todo porque el chofer kelper nos había denunciado por "ofensas e insultos". Pero nada que ver, solamente honramos la memoria de los nuestros sin ofender a nadie", dice, aún conmovido, el ex futbolista.

Militares británicos piden a kelpers que bajen los decibeles

"Después de declarar durante esos dos días, y con la incertidumbre de que podíamos seguir presos más tiempo, nos absolvieron. El juez desechó la denuncia, pero vivimos una situación muy tensa", relató el ex futbolista que actualmente juega en el equipo Senior de Temperley y en la Selección Argentina de mayores de 50 años.

La bandera de Escobedo fue uno de los elementos secuestrados y el ex defensor la recuperó mostrando la misma intensidad que en su etapa de futbolista. "Los ingleses, no lo kelpers, entendieron que la bandera es sagrada. Como militares lo comprendieron", manifestó.

Aclara Escobedo que "los militares ingleses nos entendieron y no dieron la razón y hasta aconsejaron que el Gobierno argentino debería hablar con los kelpers para que bajen los decibeles. Por suerte terminó todo bien, pero esto no tiene que pasar más. Queremos que no vuelva a ocurrir y que otros argentinos que vengan no tengan que pasar lo mismo que nosotros".

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