Balance del CEyE

Un ascenso con sello de las inferiores

Seguramente muchas cosas le pasaron por la cabeza a los dirigentes y simpatizantes de CEyE  institución donde se formaron enormes jugadores como el recordado Alejandro Koki Piesciorovsky y el gran tirador de la Liga Nacional Leo Zanassi, cuando allá por diciembre del 2015 el equipo perdía la categoría y descendía a la más baja del básquet platense, luego de ser varios años protagonistas de varias finales por el ascenso.

Pero no hay duda que esa mala experiencia sirvió y mucho para en un año volver a ascender nuevamente y con un gran acierto que fue apostar a los chicos surgidos en la cantera del club.

Este año como primera medida no se dudó pese a ser el técnico del equipo que descendió y se le renovó la confianza a Lautaro Valenti, entrenador joven pero muy dedicado que además que jugo gran parte de su carrera en el club y es hincha de CEyE.

Con el  técnico en el banco se logró el retorno de Andrés Noetzly, un jugador joven pero con oficio y con experiencia en varias finales del ascenso.  El Chiqui, como lo conocen en el equipo estuvo en el club desde los 4 hasta los 20 años, pero por esa cosas de la vida la temporada pasada fue transferido a  Atenas y pese a tener un año 2015 exitoso en la tradicional institución platense, donde fue uno de los baluartes fundamentales para que el elenco rojo de La Plata gane cómodamente el campeonato de sub 21, no dudó en atender el llamado del cuerpo técnico y emprender su regreso al club que lo vio crecer. 

Luego se logró encontrar un jugador que sea la compañía ideal para Noetzly en la zona pintada y nada mejor que el compañero de tablas del año anterior en Atenas el juninense Alejo Zibana, jugador potente y con gran poder reboteador. 

El Toro fue el único basquetbolista del plantel que no salió de la cantera del club, pero como contrapartida venía con un gran antecedente ya que jugó en varias selecciones de Junín como también el Torneo Nacional de Ascenso, segunda categoría de importancia del básquet nacional para Argentino de su ciudad cuando tenía 17 años y que rápidamente se acoplo al grupo.

Con la dupla interna conformada, se logró convencer para que siga jugando a lo que es un técnico en la cancha, Aureliano Faloco, jugador emblema de CEyE y que  siempre aparece en los momentos decisivos y cuando el equipo más lo necesita, como así también  a otros tres experimentados del club que querían  su revancha y la tuvieron, Pablo Damia armador clave que cuando se lo propone juega y hace jugar al resto del equipo, Carlos Rainsky un obrero polifuncional  en cancha y el siempre rendidor alero Valentín Altavista. Estos cuatro jugadores fueron los más grandes de edad del plantel pero se conocen muy bien ya que hicieron todas las menores en Ceye, logrando hasta inclusive ser campeón juntos en cadetes cuando tenían 17 años.

Y para darle más sello local al equipo se le dio la confianza a tres jugadores que siempre defendieron a rajatabla los colores del club, Lautaro Ali, jugador temperamental, explosivo y decisivo en varios partidos como lo fue el último juego donde se logró el ascenso, Agustín Lucak y Nahuel Aguirre, que merecían también su revancha y la tuvieron, cumpliendo su rol de forma destacada, dando una mano al equipo cada vez que les toco hacerlo. 

Y para completar el plantel, algo muy significativo y clave a la hora del balance del año, darle el espacio y lugar necesario en el equipo a los sub 21 Lucio Cassasa que jugó un torneo impresionante siendo el mayor anotador en varios de los partidos, Iván Vertbichi que dio un gran salto en esta temporada y terminó siendo titular en varios juegos, Jorge Rubio que fue de menor a mayor y finalizo siendo muy importante en los play off finales, Tomás Bejger que lamentablemente sufrió una seria lesión en el segundo torneo pero que mientras jugó fue un eficiente recambio de los pívots y Santiago Perkins y Manuel Tiglio que cuando les toco jugar cumplieron su rol de manera eficaz.

Comentarios