"Irrespetuoso y violento"

Acusan de maltrato a funcionario municipal

Elba Tiburzi relató la situación vivida.
Elba Tiburzi relató la situación vivida.

A la media mañana de este viernes se suscitó una situación de violencia en la entrada de la Dirección de Control Urbano, ante testigos que dan cuenta de la falta de respeto de un funcionario municipal. Se trata del subsecretario de Tierras, Gabriel Marotte, quien increpó a la titular de la ONG Gestión Prodea, Elba Tiburzi.

La proteccionista cumplía con su agenda laboral, más precisamente reuniones en el Concejo Deliberante, donde se estaba analizando con concejales las modificaciones de ordenanzas de animales, perros y equinos para más tarde cumplir con el acompañamiento a los inspectores de Control Urbano como cada viernes, a los domicilios denunciados por vecinos de la ciudad con respecto a la problemática de animales.

En el intermedio de ambos trabajos, le informaron a Tiburzi que Marotte la estaba buscando por un reclamo. Así, la proteccionista se llegó a esa área donde después de esperar y tocar varias puertas logró dar con una empleada que le informó que el funcionario estaba en una reunión y que debía esperarlo.

Contestó que estaba con otro compromiso y que no podía esperarlo, por lo que expresó que cuando se desocupe Marotte, vuelva a solicitar por ella.

“Ya en Control Urbano para realizar el trabajo en conjunto pautado para atender los reclamos de vecinos, se aproxima un señor de manera abrupta y violenta que se presenta como Marotte quien me increpa levantando la voz delante de empleados diciendo que trate a su personal bien y apuntándome con el dedo me dice  que yo cumpla con lo que es mi responsabilidad, le respondí que a mí no me vinera con cuentitos de terceros y que él para hablar de mi responsabilidad como ONG debería conocer antes nuestro estatuto, seguía levantando la voz, desquiciado, pero opté por  ignorarlo, dejarlo hablando solo, porque todo tiene un límite, hasta que otro empleado se lo llevó a hablar a otro lugar”, reseñó Tiburzi.

Acto seguido, acotó: “lo cierto que este señor a quien no conozco, ni sé qué hace, ni deja de hacer, se confunde si cree que por su carguito la ONG está a su disposición o le debemos pleitesías, evidencia una conducta de soberbia y  total desconocimiento del rol de las asociaciones civiles, no somos el Estado,  somos quien dentro de nuestras posibilidades atendemos lo que el Estado no hace, como ocurre con el gobierno municipal que integra que no puede dar respuesta a muchos temas que le compete atender”. 

“Las organizaciones tenemos un estatuto y composición propia, no somos empleados municipales, no nos pagan por nuestro trabajo, es ad honorem, y desde que asumió esta gestión estamos casi tiempo completo llevando respuesta a los vecinos ante la ausencia del municipio,  él debe hacer su trabajo porque para eso es nuestro empleado y le pagan un suelto, no a  la sociedad civil”, prosiguió la proteccionista.

Finalmente, reflexionó: “si me quería trasmitir un reclamo antes de apuntarme con el dedo, apurarme y hablarme de mi responsabilidad debería leer las normativas, algo que evidentemente como funcionario ignora”.

“Podrán no gustarle nuestras formas, pero nunca le faltamos el respeto a nadie. Hace tres meses no hacemos otra cosa que reunirnos para llevar soluciones, cansados de reiterar pedidos de audiencias desoídas porque minimizan la problemática, pero cuando surgen los reclamos te pasan la pelota, no tenemos por qué soportar a este ni a ningún sujeto subido de tono y montado de un pequeño cargo, pretendiendo llevarte por delante, nuestra paciencia se está agotando de tener que aguantar a trasnochados que nada saben de cómo conducirse con las personas, se terminó el tiempo donde las mujeres nos callamos ante actitudes de violentos. Ya no nos dejamos atropellar”, sentenció.

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