“Hace más de una semana estamos siendo amenazado, hostigados con todo tipo de amenazas por unos delincuentes que han invadido hace 5 meses frente al barrio. Son seis tipos los que agreden y ya casi hubo una víctima fatal”, masculló una vecina en diálogo con NOVA.

Esta es la situación del barrio José Luis Cabezas ubicado en el cuadrante de 122 y 126, que va de 50 a 54 entre los límites de los partidos de La Plata, Berisso y Ensenada. Los vecinos dicen que desde que esa pequeña banda llegó al lugar, el barrio es tierra de nadie y los delitos avanzaron de manera exponencial.

De acuerdo con los lugareños, el problema viene de la rotonda de 122 y 50, frente a la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de La Plata, contaron los vecinos muy atemorizados. El miedo se siente en sus largos silencios y en sus entrecortadas declaraciones.

“Empezaron a robar en la entrada de nuestro barrio. Asaltaron a una señora grande, después a una chica le sacaron el celular y a una joven de 15 años la corretearon para robarle”, relató la vecina muy consternada.

“Son unas personas que están haciendo líos, perjudicando al barrio. Y, esta última semana pasó que un señor pasó a conversar en forma pacífica y resulta que saltan tres o cuatro tipos y lo agarran, lo empiezan a pegar y le rompieron la cabeza”, describió la señora.

Ante el avance de los hechos delictivos, los vecinos decidieron organizar una asamblea para exponer la situación ante los jefes comunales de los tres distritos: Julio Garro, Fabián Cagliardi y Mario Secco, para que tomen cartas en el asunto y les lleven algo de tranquilidad.

En un comunicado dirigido al comisario de la zona, los vecinos detallaron que los malhechores estuvieron tirando tiros al aire amedrentando a los vecinos, por lo que pidieron mayor presencia policial en el barrio porque la situación está cada vez peor.

Este martes 12 de mayo, los vecinos decidieron acudir a la Fiscalía de La Plata para asentar la denuncia y pedir custodia policial en la zona para resguardar la integridad física de los vecinos que viven en el barrio, porque ahora ya no pueden salir ni entrar.