Un viaje al pasado de la región

Vecinos desempolvan sus fotos para contar historias de Berisso

Más de mil imágenes recorren antiguos paisajes y personajes.
Más de mil imágenes recorren antiguos paisajes y personajes.

Desde un taller de fotografía se propuso a los alumnos, a través de Facebook, reunir imágenes antiguas de su ciudad. La consigna fue vista por otros usuarios de la red social, no tardó en replicarse entre miles de vecinos y el resultado de la convocatoria es “Postales de Berisso”, una exposición que recorre la rica historia del municipio ribereño y que se logró montar gracias al aporte de numerosas familias que buscaron en los álbumes hogareños y acercaron viejos paisajes urbanos, retratos familiares, y registros, en blanco y negro, de actividades ya caducas, reuniones sociales de antaño y de reconocidos comercios que desaparecieron.

Cada expositor (suman 44) fue, asimismo, su propio “curador”. Para acompañar el clima histórico que se le quiso dar a la muestra, las fotos se exhiben en paneles armados con puertas y ventanas de casas demolidas, un material que ellos mismos buscaron muy especialmente en los distintos corralones de Berisso.

Hay, en total, un poco más de mil fotografías, y no son más porque no alcanza para un mayor despliegue el espacio de la Casa de la Cultura, donde tiene lugar el taller que dirige el matrimonio de Indalecio Guasco y Viviana Orozco.

Entre las imágenes son muchas las reconocibles por los visitantes más memoriosos. Se destacan, por caso, “la calesita de Mimito”, el tradicional paseo de Berisso que funcionó hasta la década del 70 y que un vecino, conmovido frente a la antigua escena, contó que allí había conocido a quien fue su esposa.

También se la ve, radiante, en su mejor época, a Irma Pintos, que se convirtió, a los 17 años, en la aviadora más joven del mundo y fue la primera paracaidista de la Región. Además, se muestra un abanico de postales costumbristas, donde una familia berissense comparte un aperitivo en el jardín de su casa; u otra con varios de sus integrantes, sonrientes, están pelando pollos para la mayonesa de ave que se servirá en un casamiento.

Hay en la colección diferentes cenefas antiguas, de chapa, madera o yeso, según el material con el que fue construida la vivienda; clubes destacados como Villa San Carlos o desaparecidos, como el Tronador, que alquilaba botes para paseos en el Río; la rambla original de la avenida Montevideo; las dos líneas de tranvías, que unían Berisso con La Plata.

Beatriz Rodríguez, vecina de Berisso “de toda la vida”, miraba, como perdida en el grupo que mostraba el papel, la foto de la familia de su marido, ya fallecido. “Es la segunda vez que vengo. Me emociona verlo a él, a mis cuñados, a mis suegros. También me gusta toda la exposición, porque acá nací yo, mis hijos y mis nietos”, comentó orgullosa, la mujer de 70 años.

UN ESPECIAL: LA NUEVA YORK

Berisso se desarrolló entre grandes industrias (de la carne, metalúrgica) y merced al impulso que le imprimieron las variadas corrientes inmigratorias, de donde proviene la mayor parte de su población. Y la mítica calle Nueva York, testigo de aquellos años de empuje hacia el progreso, sintetiza esas dos características del municipio costero. De ahí que entre los hogares berissenses se han guardado cientos de fotos que la reflejan y que en esta muestra, justamente por su jerarquía histórica, tiene su propio salón de exhibición.

De esa calle emblema, que conserva su empedrado y sus desvencijadas persianas de metal, resalta un altar que las obreras del frigorífico Swift levantaron en recuerdo de Evita; y la nevada de 1918, entre otras piezas representativas del lugar.

La muestra puede visitarse, hasta el 2 de septiembre, en los salones de Montevideo entre 10 y 11, de lunes a viernes, de 8 a 18; y los sábados, de 10 a 14.

Fuente: EL DIA

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