Panorama Político Bonaerense

Ahora Vidal quiere evitar la sangría de peronistas

Parece que se terminó el romance entre Vidal y algunos dirigentes peronistas que eligen volver a las fuentes. (Dibujo: NOVA)
Parece que se terminó el romance entre Vidal y algunos dirigentes peronistas que eligen volver a las fuentes. (Dibujo: NOVA)

Por Maxi Pérez (@perezmaxi), corresponsal de NOVA en Casa de Gobierno y Legislatura

Tan estrepitosa como su llegada, fue la salida de Francisco Echarren del Gabinete de María Eugenia Vidal, el joven intendente de Castelli, decidió dar un paso al costado y volver a su cargo al frente de su distrito afirmando que las elecciones siempre lo iban a encontrar del lado del peronismo.

El mensaje cayó como un baldazo de agua fría en la parte del gobierno de Cambiemos que confiaba en consolidar la incorporación de peronistas de distintas facciones para lograr volumen político en el armado electoral de cara a las legislativas de este año.

La salida del jefe comunal en uso de licencia debilita también la posición de Joaquín De La Torre, ministro de Gobierno y punta de lanza de la avanzada peronista en Cambiemos, que de todas maneras no tiene demasiados diplomas que exhibir ante la gobernadora.

En paralelo a la renuncia de Echarren, se conoció la negativa de Mario Ishii de sumarse a un espacio de peronistas no cristinistas que, con Eduardo Duhalde a la cabeza, tendrían la función de dividir a la oposición y favorecer un triunfo del oficialismo en un escenario en el que cada punto de intención de voto puede inclinar la balanza para un lado o para el otro.

"No puedo Eduardo, ya ni me atiende el teléfono", afirman que le dijo el hombre de Jose C. Paz al ex presidente, a la hora de anoticiarlo de su negativa a acompañar la nueva aventura pejotista, que cuenta con aval del presidente Mauricio Macri.

Fiel a su estilo, el dirigente del poncho lanzó además una advertencia (para algunos una amenaza) y aseguró que “la plata ya no alcanza para nadie” y “si la situación no cambia va a haber saqueos a corto plazo”.

El cuadro lo completó el ex ministro de Seguridad Alejandro Granados, a quien algunos sindican como el verdadero "jefe en las sombras" de la gestión de Cristian Ritondo al frente de esa Cartera. El intendente de Ezeiza no se alejó del gobierno, pero aclaró los límites de su acompañamiento.

"Yo soy peronista aliado con la gobernadora, colaborando con su gestión", dijo en declaraciones a NOVA, pero aclaró que "en tanto y en cuanto eso represente el beneficio para mis vecinos voy a estar colaborando, porque lo que le importa al vecino de Ezeiza es que le lleguen las cosas, no le interesa de dónde venga”, es decir que dejó en claro que su acompañamiento se sostiene en la conveniencia eventual.

En el gobierno admiten que esta semana algunos anuncios de acercamiento de intendentes y concejales, sobre todo del interior, se enfriaron repentinamente, pero no solo por los mensajes enviados por los que decidieron emprender la vuelta, sino fundamentalmente por algunos desatinos de la administración nacional que "le puso los pelos de punta a los peronistas", dicen.

Al rescate de Baradel

El conflicto salarial con los trabajadores de la educación parecía haber ingresado en la recta final luego de la reunión de Mesa Técnica del lunes pasado, convocada por fuera de la conciliación obligatoria y con el objetivo de acercar posiciones.

Sin embargo, durante la semana el gobierno decidió tensar un poco más el conflicto y a través de una resolución ministerial abrió la puerta a la posibilidad de suprimir por lo menos una parte de las vacaciones de invierno para recuperar días de clases perdidos por los paros.

Como ocurrió con el anuncio de descontar los días no trabajados y la gratificación para los que no se plegaron a la protesta, la eliminación del receso invernal parece haber caído bien en los sectores de la sociedad más afines al oficialismo, pero en general  provocó mayor cantidad de rechazo que de adhesión.

Es evidente que la prolongación del paro y las movilizaciones masivas en CABA y en la ciudad de La Plata causaron algún tipo de impacto negativo en el gobierno, pero, además, apareció como preocupación secundaria el análisis sobre como quedaría planteada la situación docente si Roberto Baradel perdiera la conducción del Suteba.

La verdad es que la oposición con chances de obtener un triunfo en el gremio docente mayoritario es de orientación política trostkysta, con una mirada mucho más crítica y sobre todo más intransigente que la que detenta el actual secretario general.

Los trascendidos dicen que el equipo de comunicación evalúa cambiar el eje en la polémica con el líder sindical, no para dejar de criticarlo como responsable del paro de los maestros, sino bajando el tono de los cuestionamientos que tratan de deslegitimarlo ante sus pares.

Por eso, la negociación se llevaría a cabo a partir de ahora en un plano estrictamente técnico, mientras que todo debate político con los gremios de la educación continuará su desarrollo exclusivamente en el ámbito nacional.

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