Un emotivo recibimiento a Gastón Suarez se vivió en la noche de este martes en el Club Villa Nueva, donde la gente se organizó para recibirlo como un verdadero campeón, pasada la pelea histórica para el joven de la ciudad de Berisso, las emociones siguieron con sus amigos y seres queridos que se hicieron presentes para darle la bienvenida a su hogar. El propio púgil comparó a lo sucedido con estar en el Madison Square Garden de nuevo.

Desde temprano la gente se acercó a las instalaciones del Club Villa Nueva y esperaba con ansias la llegada de Gastón, quien rompió en llanto al ver el recibimiento sorpresa que le tenían preparado. Bombos y una bandera argentina gigante fueron parte del momento, entre abrazos y lágrimas se fue acercando al interior del club, donde se preparó una mesa donde habló de su experiencia y su postura respecto al accionar de la Dirección de deportes.

Ante todo, empezó con los agradecimientos, totalmente emocionado al punto de no poder hablar bien ante los presentes. “Gracias a todos, esto es como estar en el Madison, es como un sueño”, expresó y los aplausos se hicieron sentir.

En la primer parte de su discurso, el boxeador berissense se refirió a la pelea, donde puntualizó: “dejé todo, me tiraron, me paré, no tardé ni 5 minutos y la idea era seguir peleando. El árbitro no me dejo continuar, no me dio chance”.

A lo agregó: “fui porque esto me gusta, fui porque lo amo, fui porque era un sueño pelear ahí. Mi sueño era ser campeón del mundo, no se me dio, creo que estuve en el lugar que no estuvieron muchos campeones del mundo y cumplí mi sueño”.

“Mi sueño fue estar ahí, representar a mi ciudad, amo Berisso, me crié acá y mis raíces están acá, representar mi barrio Villa Nueva, vivo en el barro, soy consciente de donde nací y donde estoy”, enfatizó.

El emotivo relato continuó bajo la atención del público que no paraba de aplaudirlo, al grito de “dale campeón”. Luego habló de las diferencias de personas: “acá hay mucho compañerismo, mucho amor, cosa que no hay allá en Estados Unidos, puede ser muy lindo, uno puede vivir bien allá pero cosas como las que pasan acá no se compran con nada por eso estoy agradecido con cada uno de los vino hasta acá, la verdad que no tengo palabras”.

También se tomó el tiempo para hablar a las personas que estaban junto a él en la mesa: “mi papá que me entreno como boxeador, mi tío que también me ayudó a formarme como boxeador, como persona, mi mamá que no quiere que pelee pero que me apoya, de mis compañeros de trabajo, de mis amigos, esto a donde fui es de ustedes”.

Invadido por la emoción, no paró de agradecer en todo momento, agregando: “estoy muy agradecido con el Club Estudiantes porque me ayudó mucho este último tiempo, con mi novia, con todos mis compañeros que me apoyaron, con la gente del barrio que me sorprendió terriblemente”.

Además del recibimiento, uno de los motivos de su sorpresa era que “miraba por Facebook y no podía creer que me siga tanta gente” aseguró y como era de esperar siguió agradeciendo: “a Luis Rivera, que si no fuera por el que confió en mí, no podía llegar. Esto va a quedar en mi para siempre, esto no se paga con nada, muchas gracias a todos”.

No todo fue agradecimiento, también se expresó respecto a lo que sentía, aclarando que “esto no solamente es fútbol, estaría bueno que recorran un poco los clubes y ayuden a los chicos, que la Dirección de Deportes dejen de estar sentados atrás de un escritorio, que recorran los clubes y ayuden a los chicos que realmente lo necesitan”.

Finalmente, saludó a cada uno de los que fueron a recibirlo, agradeciendo personalmente. Un merecido recibimiento, para el campeón de Berisso, que llegó a donde muy pocos han llegado y que cumplió su sueño en Estados Unidos y lo continuó en Berisso con la gran sorpresa que le tenían preparada.