Una vecina de nuestra ciudad vivió una indescriptible situación en un comercio de 11 y 159. En concreto, la mujer había enviado en octubre al lavadero que allí funciona un acolchado para lavar, luego fue a buscarlo en varias oportunidades y el negocio estaba cerrado y recién cuatro meses después lo encontró abierto.

Cuando reclamó su blanquería, el dueño le dijo que estuvo de vacaciones cuatro meses, que el reclamo tenía un mes de vencimiento y que como consecuencia había donado el acolchado. La clienta exigió una explicación y como respuesta obtuvo un empujón que la hizo caer.

“Me empujó hasta afuera y en el piso me empezó a dar patadas”, relató la mujer con tono de angustia e incredulidad frente a lo que vivió y agregó que “eran las cuatro de la tarde y no había ningún negocio abierto, yo gritaba y no había nadie cerca. En ese momento pasaba un auto Gol gris que frenó y le dijo que me dejara”. Asimismo, dijo querer saber quién la ayudó para poder agradecerle.

Esta vecina vivió una situación que describe como “un delirio”, mientras que hay otros vecinos que denuncian episodios de violencia, por ejemplo a través de la rotura de autos que pasan por la zona. Al parecer, según testimonios de otras personas el joven dueño del negocio, vive solo y no es la primera vez que protagoniza inconvenientes.

Por su parte, la mujer agredida este jueves indicó que realizó la denuncia en la Comisaría Primera de la ciudad, ya que el episodio no fue tomado como violencia de género. Ahora advierten a la comunidad respecto a esta situación, para que no se vuelva a repetir y que se difunda con el fin de que las autoridades correspondientes procedan a como dé lugar.

Vale reiterar que es de conocimiento pública la situación de este comerciante, pues son varios los vecinos que coincidieron en aseverar que la Policía lo sabe, pero aducente que el muchacho está “desequilibrado”.