Protesta en el corazón de la fábrica naval

Otra señal de desfinanciamiento: el Gobierno volvió a dejar al Astillero sin insumos y paralizado

Quema de cubiertas en el corazón del Astillero: los trabajadores denuncian que el gobierno paralizó la fábrica dejándola sin insumos. (Foto: NOVA)
Quema de cubiertas en el corazón del Astillero: los trabajadores denuncian que el gobierno paralizó la fábrica dejándola sin insumos. (Foto: NOVA)

A pesar que distintos funcionarios de Cambiemos intentaron llevar tranquilidad en relación a la continuidad del Astillero Río Santiago, los hechos dicen otra cosa: el Gobierno sigue castigando a la reconocida industria naval nacional, ahora dejando a los trabajadores sin oxígeno, material que junto al gas es utilizado por la mayoría de las máquinas que allí funcionan, como sopletes para el corte de chapas.

Tras una Asamblea, ATE Ensenada resolvió llevar a cabo una protesta en el corazón del Astillero, quemando gomas frente al edificio de la gerencia: “Cada vez que el presidente Daniel Capdevila sabe que toma decisiones antiobreras, falta por una semana. Sabiendo que tiene el Astillero parado por falta de insumos, hoy no concurrió ningún funcionario”, aseguraron en diálogo con NOVA.

Asimismo, a raíz de este faltante, explicaron que “salvo amoladores, pintores y soldadores, los oxigenistas y caldeleros están sin poder realizar sus tareas desde hace semanas debido a la escases de insumos”. En reclamo, llevaron los carros de oxígeno frente a las oficinas de la gerencia.

En un contexto de escasa, esta postura de la gobernadora María Eugenia Vidal se sumó a otro hecho que caló hondo en la familia del Astillero: el Gobierno Nacional adquirió  5 lanchas-patrullas israelíes en 49 millones de dólares y  4 buques de guerra franceses en desuso por 300 millones de euros: “Desde los tallares navales en Ensenada afirmaron que esas embarcaciones podrían fabricarse con trabajo nacional y a mitad de precio, no entendemos qué es lo que pretende Cambiemos”, afirmaron.

Cambio de capitán, no de rumbo

Desde hace meses, trabajadores del Astillero Río Santiago vienen tocando puertas por doquier para que su reclamo sea atendido: “Inversión ya para reactivar la producción naval”. Sin embargo, la principal destinataria del mensaje, María Eugenia Vidal, sigue mirando para otro lado, dándoles la espalda a 3309 mil familias. Inclusive, en una visita de la gobernadora a la Planta Potabilizadora de Absa en Punta Lara, un grupo de trabajadores se acercó para entregarle un petitorio y ni siquiera se los recibió.

Con 3 años de gestión, Cambiemos no ha adoptado ninguna política en relación al Astillero, ha dejado el barco a la deriva, con los capitanes atados de pies y manos por la falta de inversión: el primero en presidir el ARS desde el cambio de Gobierno fue Ernesto Gaspari (hombre ligado directamente al presidente Mauricio Macri, ex CEO de Musimundo e integrante de Socma S.A.), en segundo lugar Gabriel Curto (abogado y empresario que responde al actual ministro de Producción bonaerense, Javier Tizado); ahora el timón se lo dieron a Daniel Capdevila, hasta entonces coordinador de proyectos del Ministerio de Infraestructura. 

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