En el marco de la terrible conmoción que vivió la sociedad de Berisso con el femicidio de una mujer y el posterior suicidio del autor del crimen, este medio dialogó con la coordinadora del área de Derechos Humanos y Violencia de Género de la Municipalidad local, Daniela Goga, quien también se explayó en otros aspectos.

“La situación por la que estamos atravesando en este momento es terrible y muy dolorosa. Quizás se podría haber prevenido porque tenemos un montón de instituciones y organismos que trabajan en la prevención y contención”, comenzó planteando la responsable del área de Violencia de Género remarcando que esto no suma responsabilidad a nadie.

Hay que agregar que la víctima del femicidio, Laura Jara, no tenía ningún tipo de denuncia previa realizada, según lo aportado por Goga, tampoco procedimientos en los juzgados de Paz en Berisso ni en el de Familia en La Plata, sin embargo la mujer habría estado padeciendo situaciones que podían haber sido indicadores de que el peor final estaba por llegar.

En este sentido remarcó puntualmente la necesidad de que las mujeres radiquen la denuncia, de lo contrario los casos se invisibilizan para el Estado.

“No importa la gravedad de los hechos, hay que hacer la denuncia porque te permite abrir el campo para aplicar herramientas que generen prevención. Al no tener una denuncia formal e incluso informal porque la Comisaría de la Mujer se encarga de tomar de los medios de comunicación diferentes situaciones. Al no tener ninguna exposición, la situación se invisibiliza”, insistió en el aire de Cadena Radial NOVA.

Respecto a aquellas herramientas que el Estado puede ofrecer y el inminente destape de casos de violencia, acoso, abuso y demás, Goga manifestó que “con el caso de Thelma Fardín salieron a la luz un montón de casos que eran de la esfera privada. Las denuncias públicas tienen este tipo de cosas positivas, poder visibilizar una situación pero es necesaria la contención y el apoyo por parte del Estado”.

Y amplió asegurando que el Estado “tiene herramientas” y destacó: “principalmente la obtención de información para saber que nos está pasando, si es pasible de hacer una denuncia. Hay un montón de situaciones, los procesos de la violencia son muy largos y muy internos, por eso necesitamos interactuar con los actores de nuestra red para ir resolviendo. Muchas veces con la denuncia no es suficiente, tenes que ir tocando otras áreas para un abordaje integral”.

Asimismo, Goga remarcó que muchas veces por la extensión de los procesos se generan planteos de incredulidad, de todos modos sostuvo que “las redes funcionan y funcionan muy bien. Por eso tenemos que incentivar a hacer la denuncia o por lo menos buscar información”.

En cuanto a las instituciones en las cuales buscar ayuda, se presenta la Comisaría de la Mujer, las comisarías de jurisdicción que tienen la obligación de tomar denuncias, el Juzgado de Paz, las áreas municipales por ejemplo de Niñez, Violencia, Derechos Humanos, Discapacidad y en Berisso las asociaciones civiles. Una de ellas de gran fortalecimiento es la ONG Decir Basta.

“Dentro de la violencia de género hay distintos tipos de denuncia”, dijo Goga y amplió: “es fundamental para entender que la violencia no requiere la comisión de un delito en particular. Hay muchos tipos de violencia que no requieren un delito, por ejemplo la violencia verbal, laboral. Son pasibles de denunciar, no penalmente pero sí dentro de la ley de infracción a violencia de género” y esto genera medidas de seguridad para la mujer.

El reconocimiento que una mujer es víctima es el proceso más difícil. Y una vez que se abre el campo la situación de violencia deja de ser del ámbito privada y para a ser una cuestión pública.

“Ese es un logro que se ha conseguido, esto de dejar de lado el no te metas, es una cuestión de pareja. Esto fue el primer paso. La violencia dejó de ser un tabú y animarse es el primer paso, luego el tema de lo económico, los hijos, la vivienda propia. No tiene que ver con una cuestión de status social porque todas las mujeres podemos padecer violencia pero no es lo mismo aquella que se maneja en un auto con aquella que debe tomarse dos micros, porque quizás en el primero se arrepintió y se volvió”, graficó la coordinadora.

Sobre los cambios en la pronunciación y la aplicación de términos correctos, con el “femicidio” como precisión reemplazando al homicidio, aclaró que “en primer lugar es llamar a las cosas por su nombre. Los medios y cómo comunican las cosas es un tema, se le recriminó mucho a los medios que tiene que llamarlo femicidio que es el agravante por el hecho de ser mujer”.

De igual modo explicó que “está reglamentado en el artículo 80 inciso 11. Hay que llamar a las cosas por su nombre porque le cambia la pena. Por eso esto preocupa y mucho”. Y remarcó también la necesidad de proteger a la víctima y a la familia, en función del uso de imágenes dado que es una forma de re victimizar.

Frente a la falta de defensa de la mujer, Goga manifestó que es muy necesario el proceso de acompañamiento cuando la víctima de violencia decide y logra plasmar una denuncia.

El trabajo en Berisso

Ante la consulta de los modos de abordar la problemática de violencia de género en aquellos puntos en los que no se llega con facilidad desde el plano de lo territorial por las distancias, por ejemplo en el caso de las zonas I y II, Goga explicó los pasos con los que se operan.

“Nosotros si bien tenemos la sede en Montevideo y 2 trabajamos en todo el territorio, sobre todo a través del trabajo en red, porque los juzgados solos, la comisaría sola, las Unidades Sanitarias solas, cada área sola tienen su propio ámbito de trabajo pero a veces se excede por eso se trabaja articuladamente”, indicó.

Y agregó que “el trabajo nuestro consiste en el asesoramiento, acompañamiento y en proveyendo de botones antipático a las mujeres en situaciones de violencia, con o sin denuncia”.

“Trabajamos con un paradigma de mujer como sujeto de derecho que frente a la situación que nos plantea le damos un panorama de distintos caminos que tiene para optar y la acompañamos, la asesoramos en ventajas y desventajas y ella va avanzando con el acompañamiento y asesoramiento” puntualizó y destacó el rol de la Comisaría de la Mujer y al Juzgado de Paz.

El rol de las redes sociales

En función de la llegada de las redes sociales y la manipulación de las mismas, Goga analizó que “son un arma de doble filo, acortan algunas cuestiones pero muchas veces tiene esto de quedarse en las redes sociales. Y es complicado”.

“Es bueno que se visibilice porque muchas veces se han guardado cosas y esto dio el primer paso para exteriorizar. El clima social es caldeado para lo que no estábamos suficientemente preparados, porque surge la denuncia y luego el planteo de qué hacemos con esto. Muchas veces las situaciones quedan en la exposición en las redes y la cuestión judicial se ve imposibilitada”, dijo.

En cuanto a la veracidad o no del hecho y a la masividad de denuncias, la especialista expuso que “nunca le podes quitar credibilidad a una persona y sobre todo a una mujer que expresa una violencia. La violencia de género tiene libertad ampliatoria, por lo que el solo hecho del testimonio de la persona es suficiente para probar el hecho, para acreditar el hecho de situación de violencia”.

Y sostuvo que “con el escrache a veces es peligroso cuando no está acompañado de alguna denuncia. Las redes sociales tienen esto de que no podemos intervenir directamente”.

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