Con motivo de saber cuál es la realidad por la que atraviesan los comerciantes de nuestra ciudad, este martes por la tarde BerissoCiudad consultó al presidente de la Cámara de Comercio, Roberto Batelli, quien como era de esperar nos dio un panorama bastante desalentador.

A partir de los últimos datos brindados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) supimos que 2018 terminó con la mayor suba del costo de vida registrada de los últimos 27 años.

En este contexto, debemos considerar que Berisso pasa por una situación difícil, por la época vacacional que implica el receso de gran parte de los consumidores y la falta de ingreso en los comercios.

Sumado a esto, debemos tener en cuenta la suba de la presión tributaria, por parte de Nación, Provincia y la ciudad, que va desde el 38 y el 42 por ciento en el PBI, y el incremento de los gastos fijos que hacen tambalear el día a día de los 2.500 comercios registrados en la ciudad.

En este sentido, Batelli comentó: “siempre mido el trabajo en la ciudad por la parte inmobiliaria. Nunca hubo locales en alquiler sobre la Montevideo. Al no haber oferta te das cuenta que la situación no sólo es mala para los que están, sino que los que se fueron cerrando no se volvieron a alquilar”.

Las que más lo sufren son las casas de indumentaria, en parte porque la prioridad es la comida, y por otro, por el desembarco de grandes negocios que desvían la inversión a otras ciudades.

El comerciante “tiene una lucha permanente que generalmente la suple con  más horas de mostrador, para cubrir lo que falta de la caja diaria. Pero hay que tener mucho cuidado, porque Berisso no es Palermo Hollywood, y el hilo se corta por lo más delgado y lo más delgado siempre es el trabajador”, alertó.

También enfatizó en la idea de que Berisso la sufre mucho porque “acá no tenemos empresas, no supimos seducir a industriales para que vengan a invertir, a generar mano de obra genuina. Y ya hace tiempo que los intendentes no la supieron generar. Así  todo los comerciantes son agradecidos porque la gente trabaja en otro lado y consume en esta ciudad”.

Finalizando su exposición, el referente mercantil remarcó que “la gente tiene el sueldo gastado, las tarjetas están en llamas, los bancos son leoninos, los créditos UBA aumentaron el sesenta por ciento. Se llegó a un punto donde la están pasando muy mal. Me imagino que esto lo tienen que saber y si quieren seguir gobernando tiene que haber oxígeno para el pueblo”.