En diálogo con BerissoCiudad en Radio el todavía director del Hospital Larraín, Alfredo Zanaroni, se refirió al camino que recorrieron por el lapso de cuatro años, los logros, los deseos para la nueva gestión y no faltaron los agradecimientos.

Pronto a jubilarse, el doctor manifestó: “antes de las elecciones, tres meses antes, yo ya sabía que iba a tomar la decisión de jubilarme porque era algo que debía haberlo hecho hace dos años”, argumentando su alejamiento, por lo menos, en lo que respecta a su gestión.

Luego destinó tiempo a agradecer: “cuando se agradece es porque uno ha recibido un montón de cosas”.

“A los trabajadores del hospital, en todas las áreas, desde mantenimiento, enfermería, la oficina de personal”, fueron algunos de los puntos que enumeró destacando la incorporación de más de 150 trabajadores y el pase a planta de alrededor de 130 empleados.

Pediatría (con cinco pediatras al inicio y 16 con la conclusión de la gestión), maternidad, entre otras áreas.

“Entré con un montón de amigos y me voy con los mismos y algunos más”, aseveró el facultativo, remarcando la gratificación de irse en estas condiciones del lugar donde se desarrolló desde los 18 años.

En este sentido, nombró, entre otras personas, a quienes fueron sus referentes durante su proceso formación, tanto profesionales como sus padres y el sacrificio que hicieron para generar las bases para posicionarlo donde hoy está.

Asimismo, reconoció el trabajo casi diario con los medios de comunicación; de la gente del Puerto La Plata; a sus compañeros de gestión puntualmente a Daniel Grillo y a cada persona que cumple un rol.

Plasmando los logros de la gestión, Zanaroni planteó la guardia, con sus particularidades con la disponibilidad de dos ascensores; la pronta conclusión del área de diagnóstico por imagen, la incorporación de tres ambulancias, el crecimiento de la planta -entendido esto como fundamental el funcionamiento del nosocomio- la reforma eléctrica con la ampliación del servicio, la inauguración del área de psicología y psiquiatría, entre otras cosas.

El recurso y el factor humano fueron ejes para el cambio de paradigma en lo que refiere al funcionamiento del Larraín y a la reconciliación del sistema de salud pública de Berisso para con la comunidad.

En este sentido, valoró el rol de los trabajadores nuevamente y ahondó: “quiero agradecer a Ana Baban y a Rubén Fernández, fueron parte importante de la reconstrucción porque a partir del dolor generaron cosas muy positivas. Colaboraron, ayudaron y estoy muy agradecido a ellos y a todos los que colaboraron”.

Párrafo aparte también para el agradecimiento al intendente mandato cumplido Jorge Nedela, quien “ha apoyado mucho el crecimiento del hospital. Me he sentido muy acompañado”.

A esto sumó como algo primordial el agradecimiento a su familia y amigos “quienes me tuvieron que aguantar durante cuatro años hablando del hospital”.

Sobre la futura dirección, Zanaroni aseguró qué hay nombres que se presentan como rumores, pero prefirió no dar precisión. Sí bregó por la posibilidad que sea un médico propio del hospital, que conozca el lugar, por el sentido de pertenencia e identificación.

“Hay un grupo de traumatológica, de cirugía, de clínica médica, y entre ellos conformarán un equipo y espero que sea lo mejor para el hospital, seguro que sí”, agregó augurando los mejores éxitos.

De igual modo, informó que seguirá vinculado al nosocomio como “consultor” o “formador” y justificó: “no me quiero alejar del hospital, quiero seguir viendo crecer al hospital y desde afuera voy a apoyar”.