Reparos a las tareas para frenar la erosión

La flora de la isla Paulino, amenazada por una obra

Visitantes denuncian que arrasaron con vegetación autóctona y sepultaron una escollera histórica.
Visitantes denuncian que arrasaron con vegetación autóctona y sepultaron una escollera histórica.

Fuente: El Día

 

Indispensables para proteger a los habitantes de la isla Paulino y frenar la implacable erosión de su ribera, las obras de contención fluvial que el consorcio del Puerto realiza en ese pintoresco enclave berissense -considerado “Paisaje Protegido”- tienen efectos colaterales polémicos. Según denunciaron visitantes del lugar, las máquinas utilizadas para construir un nuevo camino a la playa arrasaron una franja de vegetación autóctona, sepultaron una escollera histórica y cerraron el ingreso de agua a sectores de humedales.

“Es lamentable que una corporación poderosa y solvente como el Puerto siga adelante con una intervención carente de criterio y conocimiento” advierte Julio Milat, director del Museo Ornitológico de Berisso y habitual impulsor de visitas guiadas a la Paulino: “en este caso, la diferencia entre hacer las cosas bien y muy mal no es siquiera económica sino de voluntad e interés”.

El naturalista señala que “en un intento por compensar la deforestación brutal que hicieron, acaban de plantar una hilera de casuarinas, que son de origen australiano; no costaba nada asesorarse y plantar, por ejemplo, ceibos, que son autóctonos, en una distribución acorde con un monte”.

A mediados de 2015, el Puerto inició una obra de defensa largamente reclamada por los isleños; como aportes complementarios, se anunciaron la reconstrucción del antiguo y deteriorado muelle y la consolidación de caminos internos. Uno de esos senderos es el que conecta el embarcadero con la playa a lo largo de 900 metros, de los que 600 eran monte natural.

“Metieron topadora y machete hasta el piso en una franja de veinte metros de ancho por un kilómetro de largo” precisa Milat: “eliminaron ceibos y dejaron ricinos, que son tóxicos, invasivos y exóticos; tiraron los restos de poda encima del pajonal ceibal, el ambiente más representativo de la isla; y con el nuevo camino, que tomó como basamento el murallón histórico construido tras la inundación del 40, sellaron la vital filtración de parte del agua de las crecidas a esos bañados”.

Por estos días en la cartera ambiental bonaerense se muestran esperanzados en confeccionar un plan de manejo de la isla a tono con las normas que la protegen.

Desde la dirección de Áreas Naturales Protegidas del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenibles (OPDS) se adelantó que “se están manteniendo contactos con el municipio de Berisso para avanzar en el plan de manejo”, y se subrayó que “hay gestiones en marcha ante las autoridades del Puerto para que el sector afectado por las obras sea reforestado con especies nativas, en sintonía con su condición de Paisaje Protegido y la legislación vigente”.

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