Opinion

Después de una adicción: la abstinencia, y después..?

Por Lic. María Cecilia Doval Especial para BerissoCiudad
Por Lic. María Cecilia Doval Especial para BerissoCiudad

En su momento, atendiendo en forma privada, en un centro de salud de una ciudad del interior y habiendo ya iniciado mi segunda carrera universitaria, me convoca un colega psiquiatra para trabajar con un paciente adulto, que había sufrido una Demencia de origen alcohólico. El mismo, según este profesional debía ser evaluado por un experto en aprendizaje, que además tuviera conocimientos de psicología, así surgió la derivación.

En un principio dudé si acceder o no, ya que mi experiencia con adultos, consistía sólo en procesos de orientación o reorientación vocacional- profesional, además de los conocimientos adquiridos como alumna en el posgrado en el servicio de Toxicomanía del Hospital de La Habana.

Realicé la primera entrevista con este señor de aproximadamente cincuenta años, a quien observé dispuesto, con muchas expectativas en el tratamiento, esto hizo que me decidiera a tomar el caso.

En el período de psicodiagnóstico, puede observar un gran deterioro de funciones mentales y cognitivas en relación a su anterior proceso de adquisición de las mismas, teniendo presente: historia vital, nivel socio-cultural de su entorno, etc. Jaime era comerciante de toda la vida, y en la actualidad no podía hacer ni la más mínima cuenta de sumar, ni armar una historia coherente sobre los relatos solicitados por mí, no había hilo conductor, la conversación se desvirtuaba en detalles insignificantes, o cambio de tema constante, sin cerrar la idea inicial. Sus dibujos eran, desde la clínica “atemorizantes”, dando indicios del desarrollo de un proceso psicótico grave, desde algunas líneas teóricas.

Comencé con un trabajo de reorganización mental, con las técnicas del conocido israelí Dr. R. Feuerstein, trabajando por ejemplo la denominada “conducta anticipatoria”: ordenar historias, actividades que permiten al paciente, pensar en una situación, sus causas y sus consecuencias; trabajos de motricidad fina; ejercicios de memoria en cuaderno con alfabeto, etc. Con tareas para la casa, comprometiendo a la familia a ayudarlo, ya que podía verlo sólo una vez por semana, el día que viajaba de Buenos Aires.

Después de este proceso, donde hubo alguien a quien ordenar desde un simbolismo precario, surgió una persona que necesitaba ayuda para rearmarse como sujeto…digo “ayudar para” porque esta segunda persona era un ser más ordenado, con un nivel bastante concreto y no abstracto, como se esperaría para alguien de esa edad cronológica, pero no el que había llegado a consulta.

Si bien es difícil lograr una reorganización sólida, legítima y definitiva (no sólo existen funciones básicas elementales que deben adquirirse en un determinado momento de la vida,  sino que además existe la posibilidad de una recaída alcohólica).

Es fundamental, en estos casos, poder insistir con ejercicios que permitan al paciente mantener cierto contacto con la realidad, a partir de brindarle herramientas que lo “obliguen” a poner en movimiento, aspectos relacionados con el intelecto y todo lo que esto implica (Cuando se habla de intelecto, muchos creen que eso tiene que ver sólo con lo pedagógico y no es así en absoluto, aprender a cruzar la calle, por ejemplo es, valga la redundancia, también un aprendizaje que requiere de cierto desarrollo psicológico, para el cual debemos usar el intelecto) a partir de actividades simples o complejas según su nivel, capacidad, y/o procesos.

Esto permite creer que en casos, donde se suele pensar que todo está perdido, que este sujeto será a partir de ahora un discapacitado, dependiente de quien se ocupe de él, algo por mínimo que sea, puede hacerse desde algún lugar…

Lic. María Cecilia Doval.

Psicóloga/

Psicopedagoga/

Posgraduada en el Htal. Psq. de La Habana, Cuba.

Prof. Universitaria. Ocupa un cargo en el GCABA y se desempeña en un Centro de Salud Mental, en el área de discapacidad. Ex asesora Pedagógica de varios colegios privados de Gran Buenos Aires y CABA  y ex integrante del Servicio de Neurología del Htal Evita de Lanús. Se desempeña en consultorio particular desde 1998.

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