BERISSO, Diciembre 28.-(BerissoCiudad.com.ar) El fuego afectó a ese lugar y a otra aula. Estallaron decenas de vidrios. Sospechan que fue un grupo que sólo quiso hacer daños. Pero la dirección hará un inventario para saber si hubo un robo
Eran las 3.30 de la mañana. No se activó ninguna alarma, y pese a que en el Centro Cívico debería haber algún mínimo de seguridad, éste no fue el caso. El fuego ya se había iniciado en la preceptoría del jardín 901, el más conocido e importante de la ciudad, por el que pasaron miles de berissenses. Y continuó hacia un aula, separada por un tabique. El humo afectó varias dependencias y pasillos, por la combustión estallaron decenas de vidrios y las pérdidas ascienden a miles de pesos.
Todo comenzó en la madrugada de ayer, cuando el cuartel del Destacamento de Bomberos Voluntarios recibió el alerta: se quemaba el 901, de calle 10 y 168. Los voluntarios acudieron en dos dotaciones y se encontraron con un incendio ya declarado: en la preceptoría había un foco importante y otro, menor, estaba en el aula.
Durante poco más de una hora, los hombres a cargo del suboficial Pablo Anselmi lograron extinguir las llamas. Y concluida esta tarea quedó por revisar lo peor: los muebles, armarios, escritorios, sillas y diversas documentaciones propias de la institución estaban totalmente destruidas dentro de la preceptoría. “Las pérdidas ahí fueron totales”, explicó una fuente policial.
Ese sector se hallaba dividido por un tabique de aluminio con paneles de aglomerado u otro material de muy fácil combustión. Por eso, se vino abajo enseguida y el fuego comenzó a afectar a juguetes y otros elementos que estaban allí.
Mientras eso sucedía, el humo se metió en todas las aulas y, mayormente, en el pasillo central, dejando las paredes tiznadas y con un trabajo importante de refacción por hacer, de cara al ciclo lectivo de 2010. También estallaron unos 15 vidrios en distintos sectores del establecimiento.
La investigación de lo ocurrido quedó a cargo de la comisaría Primera, que dirige Juan Domingo Campos. Fuentes de esa seccional informaron a Trama Urbana que quedó establecido que el jardín no tenía una alarma activada que avisara de la presencia de intrusos, y que la dirección del establecimiento se disponía a realizar un inventario para saber si hubo o no un robo.
Por lo pronto, la principal hipótesis es que se trató de un grupo de intrusos que sólo quería causar destrozos. “El hecho es 99 por ciento vandálico”, indicó un jefe policial. Ayer se investigaba por dónde se metieron y cómo se inició el fuego.
“Un cortocircuito ya está totalmente descartado; alguien inició el fuego y lo hizo con intenciones”, agregó otro vocero policial.
Ayer, algunas maestras acudieron indignadas al lugar y colaboraron con la limpieza. No podían creer que alguien se hubiera metido a dañar una institución pública, mucho menos por su ubicación: a unos
Los padres, indignados
Un grupo de papás que colabora con
La indignación colmaba ayer a los padres y docentes del jardín 901, que no podían entender lo que había ocurrido dentro de la institución.
Muchos se acercaron para interiorizarse de lo que había pasado, e incluso quisieron colaborar para ordenar la cantidad de cosas destruidas, pero se encontraron con que
Allegados al grupo de padres que colabora con
Asimismo, decidieron ponerse en campaña para instalar unas rejas, ya que “la alarma está sin batería y nunca funciona”, según manifestó Gerardo Giamello, papá de uno de los nenes, en diálogo con este suplemento.
“Las rejas salen diez mil pesos, lo que es mucho dinero para el jardín, por eso pedimos colaboración a
Al jardín, por el que pasaron generaciones de berissenses, concurren actualmente unos 300 chicos, y trabajan entre 25 y 30 personas, contando a do-centes, directivos y personal administrativo.(Fuente: Diario Hoy)