En el último semestre, según datos oficiales del Instituto para el Desarrollo Social Argentino, el empleo formal ha disminuido significativamente en los centros urbanos del país y la ciudad de Berisso no queda exenta de este alarmante panorama.

Esta caída en el sector laboral formal repercute en algo que los y las vecinas ven día a día en la ciudad, puestos de “tortillas”, panchos y golosinas aparecen y desaparecen de distintos sectores.

En un radio de lo que podríamos llamar el centro de la ciudad, el recuento a simple vista arroja un aproximado de diez puestos o parrillas que ofrecen una alternativa a los panificados tradicionales que se encuentran en las panaderías.

Con una oferta de tortillas simples y rellenas que rondan entre los $ 2000 y $ 2500 esta propuesta nuclea a trabajadores informales, empleados de los dueños de dichos puestos que trabajan alrededor de 12 horas diaras, mientras que otros, son propietarios de los mismos, y se organizan según sus necesidades.

“Las primeras dos semanas del mes, se vende muy bien, más o menos 80 tortillas rellenas por día”, comentó un trabajador, asegurando que el resto del mes, la venta disminuye, pero que sin embargo encontró con este trabajo “mejores pagos que en otros lugares”.

Además, la mitad de los trabajadores consultados expresaron que quedaron sin trabajo en los últimos meses, en el comercio y la construcción, y encontraron en este rubro un alivio a sus economías.