En la noche de este viernes, BerissoCiudad se acercó hasta la pista de atletismo ubicada detrás del Gimnasio Municipal, y dialogó con los directivos del Club La Ribera para saber cómo es la situación de esta institución que aún no cuenta con sede propia.
En la previa al entrenamiento, el presidente Claudio Meza nos contó que esta actividad se inició hace cinco años, llegando hoy en día a participar de la Liga Amistad.
Además, estuvieron en la Liga Amateur Platense, con todas las categorías de la línea C, donde la sexta salió campeona, la quinta terminó tercera, y la séptima y octava finalizaron en el sexto y séptimo puesto, dejando así buen margen para el comienzo de 2019.
Las juveniles arrancan este sábado en cancha de San Carlos, y lo que es reserva ya pasó de fase y están definiendo contra quién jugar en la segunda ronda.
Los chicos están cuarta, 2000 y 2001; quinta, 2003 y 2002; y sexta, 2004 y 2005, y respecto a las ligas mayores son un total de 85, mientras que juveniles llega a unos 130 jugadores.
A nivel competitivo, Meza comentó que para este año “nos vemos muy bien, porque tenemos muchos jugadores, muchos juveniles, y mantenemos la base que es lo importante para conservar el club, y con un poquito de cada uno vamos aguantando el campeonato”.
Bajo la misma línea, Renzo Durante, vicepresidente, expresó: “ahora estamos jugando lo que es la copa de verano, pero queremos tratar de ganar algún campeonato porque la venimos luchando desde hace cinco años”.
Sumando a las expectativas, Lucas Araujo, jugador de primera, comentó su contribución en el club: “mi experiencia es linda, porque no cualquiera juega en primera. Ahora esperamos sacar el torneo de verano, que clasificó la reserva, y estamos como mejor puntero”.
A pesar de todos los puntos a favor, los integrantes de la Ribera destacaron la necesidad de contar con una sede, ya que los entrenamientos se tienen que repartir en la pista de atletismo municipal, el Industrial, el Parque Cívico y la Río de Janeiro.
En relación a esto, explicaron que ya presentaron cartas al Municipio local, pero no obtuvieron respuesta alguna y, en el mientras tanto, para jugar de locales tienen que alquilar las canchas, lo cual implica un gasto muy elevado.
Sumado ello, tienen que lidiar y adaptarse a las condiciones de los lugares públicos que muchas veces “no están iluminados o el pasto les llega hasta la rodilla”.
Sin embargo, le siguen poniendo el pecho a la situación porque “los chicos están muy bien preparados y la pelean por seguir dándole entidad al Club con el sueño de tener un lugar propio”.