Historias de vida

Gran esfuerzo de la comunidad Mocoví

Eligió a Berisso como su hogar. Y ahora buscan fundar una escuela y desarrollar una huerta orgánica
Eligió a Berisso como su hogar. Y ahora buscan fundar una escuela y desarrollar una huerta orgánica

BERISSO, Marzo 10.-(BerissoCiudad.com.ar) Ente otras cosas, la ciudad de Berisso tiene la importancia histórica de ser la capital del inmigrante. Esta reconocida característica nació en 1871 cuando Juan Berisso instaló, en el predio que hoy ocupa el Centro Cívico, el saladero de carnes llamado San Juan. Más adelante, hacia fines del siglo XIX y comienzos XX, la construcción de la ciudad y el puerto de La Plata implicó la llegada de grandes flujos inmigratorios, muchos de ellos seducidos por esa imponente usina laboral que fueron los grandes frigoríficos allí instalados.

 

En general, se trataba de familias que huían de las guerras y la pobreza y elegían esa próspera región de la Provincia con el objetivo de reconstruir su vida lejos de su país de origen.

 

A partir de la convivencia de diferentes colectividades, Berisso fue adquiriendo la característica de ser una ciudad cosmopolita y se afianzó como un verdadero “crisol de razas”.

 

Con el correr de los años, y pese a la desaparición de los frigoríficos, la ciudad supo mantener a su población estable y siguió siendo receptiva a la inmigración. Hoy, la gente no llega masivamente desde Europa y Asia , pero sí desde el interior del país, como es el caso de la comunidad del pueblo Moscoví.

 

Oriundos de la región norte de Santa Fe, los primeros miembros de la comunidad llegaron a Buenos Aires a partir de 1994. Allí se instalaron primero en la terminal del Río de la Plata en Capital Federal, luego en la localidad de Villa Elisa y finalmente en la ciudad de Berisso. Al principio eran sólo dos familias y se ubicaron en 33 y 168 en la unión de acción social de la ciudad.

 

Desde 2006 quedó conformada la comunidad Mocoví de Berisso y se instalaron en calle 28 y 156, en el predio de una antigua fábrica, en un terreno de 2 hectáreas y media. Hoy la comunidad cuenta con 106 miembros la mayoría de los cuales está empleado en el rubro de la construcción o como jornaleros en quintas.

 

“Al comienzo hicimos casas de chapa y madera, siempre buscando nuestros propios medios y después fuimos armando algunas casas de material” dijo a Hoy Rubén Troncoso, cacique de la comunidad Mocoví de Berisso.

 

Por otra parte agregó: “Fuimos la primera comunidad en lograr tener el título de propiedad de la tierra. Finalmente la tierra es nuestra y lo logramos sin intermediarios. Logramos cambiar la idea de que el terreno jurídico del blanco pertenece al blanco”

 

Con respecto al rescate de su cultura y a la vinculación con otras comunidades de pueblos originarios, el cacique dijo: “Nos seguimos juntando a charlas y a contar historias de nuestro pueblo, pero hoy la cosa es diferente. Muchos miembros de la comunidad se han vuelto al culto evangélico y ya no celebramos todos los 30 de agosto la fiesta de Santa Rosa en la que pasábamos 7 días seguidos de fiesta. Ya no es lo mismo pero igualmente seguimos manteniendo nuestra cultura y lengua”.(Fuente: Diario HOY)

 

 

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