Contención y virtualidad

Juanjo, el cura tiktoker: “Mi ministerio en la red es para que el influencer sea Jesús”

Párroco de Santos Pedro y Pablo.
Párroco de Santos Pedro y Pablo.

BerissoCiudad dialogó con el padre Juan José Olivetto, de la parroquia Santos Pedro y Pablo de Berisso.

Contención, esperanza, trabajo con la comunidad y redes sociales fueron los ejes principales del encuentro virtual.

La humanidad atravesó un proceso histórico y complejo que hizo que “muchas personas con esta especie de sentencia se pregunten en qué estaban depositando sus energías. Otros han crecido en el fervor a Dios porque quieren tener salud, paz y se dan cuenta de los límites de los seres humanos y se abrazaron más a Dios”, comenzó explicando el joven sacerdote.

En esta misma línea, el padre Juanjo reconoció aquellas personas que retomaron vínculos, se deconstruyeron y ampliaron sus relaciones “gente que antes vivía como un padecimiento ir a ver a sus abuelos y hoy están anhelando ir a verlos porque se dieron cuenta de lo importantes que son”.

El trabajo social también fue analizado por el religioso, quien destacó el corazón de los berissenses: “se multiplicaron las carencias pero pude contemplar desde mi comunidad parroquial que las personas han contribuido. Muchos se han cargado al hombro al necesitado y han salido en su ayuda, esto habla tan bien de nuestra población, del Berissense, esto me emociona hasta las lágrimas”.

Lo virtual como “real” y las redes como llegada

Buscando alternativas en pandemia y valiéndose de recursos tecnológicos, el padre Juanjo abrió un canal de YouTube para celebrar la misa y de allí en adelante se propuso llegar con un mensaje esperanzador a más personas.

“En tiempos sin pandemia tenía poco tiempo para lo virtual. Con la parroquia en enero de 2019 tuvimos la dicha de ir a ver al Papa a Panamá, fuimos con un grupo de jóvenes a la Jornada Mundial por la Juventud y en ese encuentro un obispo intentaba predicarnos que para muchos lo virtual terminaba siendo lo real. Y eso me hizo un click porque quizás estaba resistiendo a estar con lo real del otro. Con todo esto en mi mente, llega la cuarentena”, relató el sacerdote.

“Empecé celebrando las misas por una red social después para que lo puedan ver otras personas empezamos con YouTube, hicimos campaña para los mil seguidores. Veía igual que había un grupo que no activaba y yo no podía ir a las casas entonces empecé con esta red social Tik Tok”, explicó.

“La astucia es pedirle a Dios aprovecharlo para poder dar el mensaje”, sentenció el padre para luego asegurar: “mi ministerio en la red es para que el influencer sea Jesús, eso busco y eso quiero”.

Sobre la crítica buena y la crítica mala compartió tres criterios: nunca querer mostrar algo que no sos, que no buscás, ni algo que no te conviene propiciar; saber con lo que te vas a encontrar, yo me posiciono, tengo los mismos derechos que todos los que se conectan a la red y saber lo qué hay del otro lado, es aceptarlo. He recibido faltas de respeto, insultos, ironías, esto no tendría que existir pero es parte de las reglas del juego” y por último “ser feliz. Nadie puede hacer algo en la vida con convicción si no lo hace feliz. En este mundo no hacemos lo que nos hace felices pasa el tiempo y lo padecemos y yo soy feliz interactuando con el otro, compartiendo la vida”.

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