Ante la emergencia sanitaria decretada este viernes por el intendente Jorge Nedela, la ciudad comienza a sentir el impacto de la recolección de residuos habituales.

Es que luego de siete de días de estar interrumpido el servicio en la ciudad, la situación ha preocupado afectando  seriamente la salud pública, motivo el cual se resolvió la medida.

Es por ello que camiones contratados junto a funcionarios del Gabinete se encuentran realizando paulatinamente la recolección en distintos barrios, evitando un mal mayor.

Incluso se han gestionado las bateas que pertenecen a la CEAMSE. Las mismas, por su tamaño, no pueden ingresar a los barrios por eso se buscan “puntos de transferencia”, tal es el caso de Montevideo y 40, donde se vuelcan los residuos y luego se completan las bateas que trasladan al basural en Ensenada.

Desde la organización gremial que representa a los trabajadores municipales han dejado trascender que respetan la decisión del intendente, y que continuarán su lucha este lunes, cuando a media mañana se concrete una reunión de delegados.

Allí deberán definir los pasos a seguir, luego de que el jefe comunal,  a través de un decreto, incorporara el pasado jueves el aumento rechazado por los trabajadores, en plena discusión paritaria.