Opinión

Las medidas económicas y el ruido mediático

Por Pablo De Rito (*), especial para BerissoCiudad.
Por Pablo De Rito (*), especial para BerissoCiudad.

Las discusiones en los grandes medios sobre las propuestas y acciones vinculadas a la economía que realiza el gobierno de Cristina Fernández suelen saturar y a veces después de ver todo un programa de televisión o una nota periodística relacionada nos queda la sensación de conocer menos del tema que antes.

Las formas de presentar las discusiones, las contradicciones en que caen los opinadores de los medios, la polémica permanente sobre las formas y no sobre el sentido de las iniciativas, nos deja ver que detrás de ciertas posiciones se esconden intereses que no se explicitan en las presentaciones realizadas en los diferentes medios.

Difícilmente se vean discusiones en las que se hable de los objetivos de las diferentes iniciativas, en que los opinadores expresen si están o no de acuerdo con ellos y en todo caso dar la discusión técnica sobre la validez de la medida para lograr el objetivo expresado.

 

El análisis de los objetivos

Tratándose de un gobierno justicialista que no reniega de su origen (debemos recordar que el gobierno del ´89 al ´99 renegaba de su origen), puede en principio analizarse todo el accionar en cuanto a la actividad económica a partir los principios que esgrimió siempre el justicialismo y a partir de ellos conocer si las medidas van en ese sentido, y el posible desacuerdo o acuerdo parcial de las diferentes posiciones políticas.

 El principio básico en cuanto a economía del justicialismo se encuentra expresado en “las 20 verdades peronistas” y dice:” Como doctrina económica, el Justicialismo realiza la economía social, poniendo el capital al servicio de la economía y ésta al servicio del bienestar social”.

En mi opinión no caben dudas de que las políticas implementadas por el gobierno y que fueron motivo de discusión en los últimos tiempos cumple con esta premisa ya sea en forma directa (fondo federal solidario -retenciones a las exportaciones de soja-, inclusión social por jubilaciones y salario por hijo), o aportando a la creación de un andamiaje institucional que sea la herramienta para ir en ese sentido (Ministerios de Ciencia y Tecnología, Producción, Agricultura, fortalecimiento de la ONCCA, recuperación de Aerolíneas Argentinas y Fábrica de Aviones, etc.).

A simple vista puede notarse que el accionar en este sentido afecta intereses de los grandes capitalistas y al pensamiento mismo del capitalismo de los países dependientes, que trabaja para que el sentido de prioridades sea el inverso. Difícilmente uno pueda explicarse que la izquierda o algunos sectores que se autodenominan peronistas no acuerden con las políticas que van en el sentido del principio de gestión en economía nombrado, pero vemos que sucede.

Otro principio enunciado por el Justicialismo dice “repartir la riqueza equitativamente, sin que hubiera hombres que de esa riqueza sacaran tanto provecho que fueran extraordinariamente ricos, ni hombres que de esa misma riqueza sacaran tan poco beneficio que fueran extraordinariamente pobres”.

También rechazado por los sectores de la derecha y el capitalismo, puede ser discutido asimismo desde la izquierda por dejar un amplio margen para la existencia de desigualdades económicas, y generar discusiones dentro mismo del justicialismo sobre la amplitud de ese margen (¿cuánto es ese extraordinariamente?). No deja espacio sin embargo para que desde sectores que dicen ser justicialistas avalen las ganancias extraordinarias de pequeños sectores de la economía como sucedió en 2008 con el conflicto planteado por los empresarios sojeros sobre la apropiación de las ganancias extraordinarias producidas por la explotación de un recurso natural (la explotación de la tierra, su aprovechamiento, regulación y distribución de beneficios es una discusión pendiente en Argentina), y sin embargo también hubo expresiones en este sentido.

Estos principios que enuncia el Justicialismo sobre su visión de la economía y la función del Estado en la misma sirven de pauta para comprobar los objetivos de las principales medidas del gobierno y vislumbrar a qué se oponen en realidad sus críticos, en principio podemos decir:

 

          Que la política económica de este gobierno justicialista se orienta en el sentido expresado en los principios históricos del Justicialismo.

          Que afecta intereses y que se justifica la oposición desde sectores de derecha y desde la izquierda.

          Que sectores que dicen ser justicialistas en base a intereses económicos o de poder atacan estas medidas, oponiéndose de esta manera a los principios del justicialismo.

          Que la forma confusa de presentar dicha oposición, no discutiendo los objetivos de las medidas sino su forma de implementación se realiza en función de que entre tanto ruido y confusión no trasciendan los intereses que se encuentran detrás de esas actividades.

Nadie puede quejarse de que un gobierno accione según los principios de su partido. También es totalmente válido estar en contra de los mismos y oponerse frontal y claramente a medidas guiadas por estos principios. Pero lo que vemos por los grandes medios es un espectáculo permanente que genera gran confusión, ya que se presentan las cosas de manera que se dificulta a la ciudadanía comprender las medidas, su objetivo y la forma en que afectan a los ciudadanos, cosa que limita la posibilidad de tener una opinión propia a los mismos.

 

(*) [email protected]

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