Emergencia sanitaria

"Peregrinación" por la vacuna antigripal: No hay dosis suficientes ni insumos

Sistema desbordado.
Sistema desbordado.

Dante, un vecino de 56 años, junto con su madre de más de 80, asisten cada mañana desde hace dos semanas a distintas unidades sanitarias de la ciudad con el fin de poder aplicarse ambos la vacuna antigripal.

Él es una persona de altísimo riesgo, operado de un pulmón, con insuficiencia cardíaca y EPOC. “A veces caminamos 15 cuadras para llegar a la unidad sanitaria de Villa Zula, cuando no llega el micro”, comenzó diciendo a este medio.

Se topan allí, y en otras salitas donde también probaron suerte, con otros vecinos en búsqueda de su dosis: “personas con problemas de corazón, en silla de ruedas, muy mayores”, detalló. 

“Me pasó que le dejé el lugar a un vecino muy mayor en silla de ruedas al que le dijeron que no tenían más dosis”, precisó Dante, añadiendo que ahora desde que se hizo público este tema colocaron carteles indicando que sólo jueves y viernes aplican vacunas.

Este jueves volvieron a asistir a la unidad sanitaria más cercana a su domicilio y al llegar encontraron un fueron notificados de que sólo iba a dar 15 dosis.

“Salgo a las 6 de la mañana para estar a la 7 y a veces camino 15 cuadras a la salita, tengo a mi mamá de 86 años. No tenemos otra opción. A las 9 llega la ambulancia y nos dicen ‘hoy hay 15 dosis’”. relató.

Este vecino no sólo descargó la preocupación por su situación personal, sino que además aprovechó la ocasión para reparar en el personal de la salud y los profesionales que allí se desempeñan.

“La Municipalidad está entregando barbijos de colores celestes y en la unidad sanitaria reparten esos que no están autorizados”, detalló.

Asimismo. contó que una enfermera hizo la prueba del barbijo y tosió, a trasluz se pudo ver la falta de eficacia en la medida de protección. 

“Me dan ganas de llorar por mí y por ellos. Todos usan esos barbijos, ¿qué pasa en Berisso?”, interrogó

Al mismo tiempo que reclamó: “Vamos a dar prioridad a esos tipos que nos están atendiendo, que nos ayudan, que nos tocan la mano y no tienen ni siquiera barbijo. Yo quiero vivir, mi mamá quiere vivir, estas personas quieren vivir”.

“Que saquen plata de su bolsillo y compren barbijos, nada más”, emitió para cerrar, con voz un tanto agitada que denotaba sus problemas de salud .

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