Luego de haber finalizado la segunda sesión en el Honorable Concejo Deliberante, un grupo de ambientalistas manifestó un férreo rechazo a la construcción del Polideportivo ubicado en Génova y 158.
Como habíamos anunciado a través de este medio, ni bien surgió la posibilidad de aprobar esta mega obra, un sector de la ciudadanía se acercó al Concejo para buscar una respuesta concreta y pedir explicaciones del por qué había sido elegido este lugar y no otro que no perjudique la flora y la fauna del canal.
Si bien desde el cuerpo deliberativo se anunció un posible detenimiento de la obra, en la jornada de este miércoles los frentistas indicaron que los trabajos prosiguen a la vista de todos. Por este motivo, cuando terminó la sesión, se generó una acalorada discusión poniendo en relieve la credulidad de los concejales.
En este sentido, uno de los vecinos se dirigió al concejal Alberto Amiel, y le dijo que “si esto sería otorgado para una obra de bien público o una ONG podría llegar a ser discutible, pero que un profesional andá a saber bajo que circunstancia arregló con no sé quién, no es bueno”.
En respuesta a esto, Amiel le aclaró que “cuando se habla hay que cuidar los términos porque la decisión pasó por el directorio, no se lo firmaron porque sí y, además se analizaron un montón de cosas. Esto fue autorizado por el consorcio del Puerto, así que no te arriesgues a decir que se va a habilitar”.
Si bien todavía nadie se hace responsable de su habilitación, a pesar de que en el lugar haya un cartel de la Municipalidad, el concejal de Cambiemos comentó que la obra es removible, porque así lo pidió el municipio.
De esta manera, en la interna del Concejo, o así parece, un sector de los ediles sabe un poco más de esta obra de la que todavía no se tiene nada concreto. Mientras tanto, la obra sigue.