LA PLATA, Octubre 11.-(BerissoCiudad.com.ar) Aunque de manera silenciosa y a través de diferentes mecanismos, dos municipios -La Plata y Berisso- y una empresa privada platense estarían en una carrera para la instalación de un crematorio.

El "premio" para el que llegue primero sería, según lo apuntan fuentes oficiales y empresarias, la alta rentabilidad que lograría en la Región un establecimiento de ese tipo teniendo en cuenta, entre otros indicadores, el creciente aumento en la demanda de ese tipo de servicios funerarios y el hecho de que entre el corredor de municipios que van desde Mar del Plata hasta la zona de Berazategui, Lanús y Morón, no hay crematorios habilitados.

La nueva Ordenanza Fiscal e Impositiva que por estos días discute el Concejo Deliberante local contempla la creación de una tasa por cremación que se fijaría en el orden de los $500. Varios observadores ven en esto una clara señal: "si fijan una tasa por cremaciones cuando en La Plata no hay crematorio puede significar que la intención es habilitar uno".

En los crematorios que funcionan en Berazategui, Morón y Lanús se atiende el 90 % de la demanda de La Plata, Berisso, Ensenada y las comunas de ese corredor hacia el sur hasta Mar del Plata, que absorbería el 10% restante. En números, algunas fuentes calculan que entre los distritos de nuestra región se estarían contratando más de 4 mil cremaciones al año y que la cifra crece considerablemente a partir de un vector iniciado en la última década que muestra que en ese período las cremaciones crecieron en la Argentina en un 60% respecto de la década anterior. Ese registro pone a nuestro país en el segundo lugar después de Alemania, con el 78%, y por encima de Italia, con el 40%, dijeron fuentes vinculadas a esa actividad.

ALTA RENTABILIDAD

Los cálculos de rentabilidad que manejan los tres "competidores" parten de una base: que un servicio de cremación cuesta entre $700 y $ 1.200 sin contar los gastos de traslado del cuerpo.

En La Plata, la instalación de un crematorio en el Cementerio local tiene una historia de marchas y contramarchas con un proceso judicial en el medio. Durante la administración municipal del radical Pablo Pinto, a fines de los `80, la Comuna llamó a licitación pública para la construcción, financiación y explotación de un crematorio en el Cementerio local. Tras el proceso licitatorio la obra fue adjudicada a la empresa Videlpo, que inició la construcción para la instalación de dos hornos crematorios y otras dependencias. El conflicto que terminó con la paralización de la obra se desató cuando la Provincia advirtió que en ese crematorio no iban a poder incinerarse residuos patogénicos, es decir, deshechos provenientes de hospitales, como pretendía la empresa concesionaria que en febrero de 1993 dio por rescindido el contrato.

Fuentes comunales explicaron que las construcciones que quedaron en el Cementerio pasaron a formar parte del patrimonio municipal y que, eventualmente, podrían ser utilizadas como base de nuevas instalaciones, aunque esa decisión dependería de un estudio técnico de lo construido hasta el momento. El año pasado las mismas fuentes habían calculado que la Comuna debería invertir cerca de $ 300.000 para la instalación de dos hornos crematorios. El presupuesto anual del Cementerio fue de $1.400.000 para este año.(Fuente: EL DIA)