Panorama local

Descontrol e inseguridad: Cuando el coronavirus tapa las necesidades de los berisenses

Postales de la semana.
Postales de la semana.

Entrado el mes de agosto, el panorama sigue sin ser el mejor en Berisso -como reflejo general- en cuanto a la pandemia de COVID-19 que se llevó el 2020, porque indefectiblemente este es un año perdido.

Los controles en pandemia, o mejor dicho la falta de controles, son un problema. Los vecinos entre tanto están más exigentes que nunca. Es que Berisso está atravesando un momento crítico y el sistema de salud lo sabe.

Las semanas transcurren y las problemáticas lejos encontrar soluciones, persisten. Con más preocupación y menos tolerancia de la comunidad. Un ejemplo claro es la inseguridad que pese a entenderse como urgente y a apelar a la contención, no deja de alarmar.

Otra complicación que se abre es el abastecimiento de alimento: ¿No hay? ¿Hay pero no dan? Lo cierto es que lo que dan, deja mucho que desear...

De todos modos, y entre tanto contexto de lucha, hay lugar para la solidaridad. Una vez más Berisso se pone de pie y en esta oportunidad es por Mariel.

Vergonzoso. Es poco y además malo...

Durante los últimos días distintos fueron los testimonios que dieron cuenta de que algo está pasando con los 1,8 millones de pesos diarios que gasta la comuna -dicho por el propio intendente Fabián Cagliardi- en alimentos para los más necesitados.

Es que los bolsones que entregan desde Desarrollo Social y las áreas de asistencia tienen pocos alimentos y de bajísima calidad. Es triste, es vergonzoso.

De Marolio para abajo, inclusive polenta Bruning... Hagamos la prueba: ¡Levante la mano qué dirigente político come lo que entrega!

No contar con recursos, no poder afrontar un plato de comida con trabajo propio, estar en situación de pobreza no significa tener que comer cualquier cosa.

Ojalá algún día a los que hoy -en nombre de la política- reparten comida, les toque comer de ella.

Los datos que están son públicos. Desde la provincia se reciben 50 mil kilos y además del presupuesto municipal casi 1,8 millones de pesos declaró en este medio el jefe comunal para compra de alimentos.

Ahora bien, la bolsa de mercadería que se entrega en el mejor de los casos llega a costar 600 pesos, lo que serían más de 3 mil bolsas diarias para los casi 100 mil habitantes que tiene el distrito.

Considerando que hay 30 mil familias en situaciones crítica, todas las familias de Berisso deberían recibir al menos tres bolsas por mes ¿Dónde está el alimento o donde está la plata?

En definitiva, se insiste en que ojalá que los políticos alguna vez coman de la miserable bolsa de alimentos que entregan. Quizás así la realidad cambiaría.

Mientras, hay municipios como Ensenada o Lomas de Zamora que entregan en cada bolsa 25 productos, en nuestra ciudad ronda los diez productos y no se saben de dónde provienen.

Don Corona está ATR

Berisso es uno de los distritos que entró en situación crítica. Se conoció que las camas de terapia intensiva están funcionando en su totalidad, ya no dormimos tranquilos pensando en la capacidad del sistema de salud.

Con más de 700 casos de COVID positivo en nuestra ciudad, con decenas de contagios diarios sin respiro, tenemos que pensar que quizás no hicimos las cosas del todo bien.

La pandemia debe dejar una reflexión, un análisis y una autocrítica, como individuos y como colectivo.

Entre lo qué no hay que hacer y el descontrol

Llovieron a este medio las denuncias vecinales sobre lo que “no se debe hacer” y se hace igual...

“¿Dónde denuncio un partido de básquet ahora mismo?”; “la pista está llena de gente”; ni hablar de la final del reducido que se desató en Barrio Obrero.

Estos escenarios, fueron descriptos día tras día. Inclusive reincidentes.

La ciudadanía quiere, pide y exige control. Quizás por desgaste propio del paso del tiempo en esta cuarenTerna, por falta de recurso -como acusa el Gobierno- humano y de equipamiento; el hecho tangible es qué hay un relax.

Hay una relajación tanto en la población en su presencia en la vía pública como en el Gobierno  para controlar. En Berisso parece que la cuarenTerna cayó por su propio peso.

UTI en estado crítico

El Hospital Larraín anunció que la terapia se encuentra en el peor momento. Llenas las camas estamos con el sistema al límite.

“Necesitamos que la gente tome conciencia, el publicar esta situación es para apelar a que los vecinos se cuiden”. Palabras más, palabras menos fueron las expresiones del director del nosocomio.

No hay posibilidad hoy de atender casos que se compliquen en el plano de lo clínico.

El esfuerzo del Gobierno de la Provincia de robustecer la estructura funcionó hasta aquí, ahora es poner de todos un poco y la comuna local, debe seguir sosteniendo.

Inclusive los mismos funcionarios tienen y deben cumplir.

Pero se vio y se sigue viendo la moda del barbijo en la pera, las reuniones extralaborales, con almuerzos de por medio. Los funcionarios tienen la obligación de dar el ejemplo. Fin.

Inseguridad, otra pandemia

Robos inusuales, episodios vandálicos, hasta tiroteos se vivieron durante los últimos tiempos en Berisso.

El problema no es de ahora, data de mucho tiempo. Sí es cierto que pasaron las gestiones (Enrique Slezack, Jorge Nedela) y poco se logró hacer.

Hoy, la pandemia acarrea pobreza, acarrea desocupación, trae consigo desesperación.

“Hay nuevas modalidades delictivas” indican quienes saben, “entraron a una carnicería con un palo que encontraron en la puerta”, comentaban.

El palanqueo de puertas de autos para sustraer una mochila, los comercios como carne de cañón. Son alertas y las autoridades deben responder.

“Entre gallos y medias noche”, denunciaron que renovaron autoridades del Foro 3 ¿Qué van a hacer con y por los vecinos, por ejemplo, de Villa Progreso? Son quienes manifiestan necesidad de la presencia del Estado.

Sueldos de puestos políticos que se cobran en tiempo y forma, sin consonancia con la labor es lo único certero. Se reforzó la Subsecretaría de Seguridad con coordinaciones que a simple vista no generan aportes. Néstor Epeloa mientras tanto está más solo que loco malo.

¡Ah! Y roguemos que los Barrios no vuelvan a ser escenarios de batalla campal. Operativos de saturación, controles y otras medidas fueron implementadas pero el clima de miedo sigue latiendo.

El corazón berissense hace realidad cualquier sueño

Más allá de las ollas populares que son el reflejo de ese corazón humilde y contenedor, más allá de los movimientos por el Día de la Niñez, hoy se levantó la cruzada solidaridad por nuestra vecina Mariel.

La joven de 25 años tiene espina bífida, epilepsia, hipertensión, debe dializarse tres veces por semana por insuficiencia renal crónica, y es de suma urgencia que se reacondicione su vivienda.

En pocos días se consiguió con colaboración de distintas personas solidarias la suma de casi 24 mil pesos, además de dos ventanas y una puerta.

Magalí Núñez, Karina CAminos, el grupo solidario Dale! encabezado por Eva Ríos y la FM 88.5, continúan trabajando para cumplirle a Mariel no sólo un sueño, sino un derecho.

Comentarios