Arraigo berissense

Homenaje a Oscar "Tin" Cesaroni: "Muere quien se olvida"

Mural en calle 13 entre 166 y 167.
Mural en calle 13 entre 166 y 167.

En pleno centro de la ciudad, más específicamente en calle 13 entre 166 y 167, se sitúa un mural dedicado a Oscar ‘Tin’ Cesaroni, vecino de la ciudad cuyos familiares y amigos decidieron homenajearlo con el objetivo de reivindicar su profundo arraigo berissense.

La ideóloga de esta propuesta fue Luciana y su marido (nieto de Tin), quienes actualmente viven en la casa que pertenecía al  homenajeado y al que recuerdan con mucho amor, “por ser un hombre de laburo que aportó en el Swift, fue viñatero y, sobre todo, una persona muy aferrada al ser berissense.

“Cuando él volvía del frigorífico agarraba su motito y se iba al monte que tenía en la zona de Palo Blanco donde hacía el vino”, describió Luciana. Por estos motivos y muchos más “decidimos hacer esto para agradecer lo que nos dejó, con tanto esfuerzo, y ponerlo en su casa como realmente se lo merecía”.

En relación a la ejecución del mural, Toto (exmúsico de Encías Sangrantes) comentó que la conexión se dio gracias a Julieta, una amiga en común.

Tras su paso por la Escuela de Arte y como parte de su vocación “la imagen estuvo presente en cada etapa de mi vida. Y cuando arrancó la pandemia comencé a postear mis dibujos en Instagram y a través de ese vínculo me pasaron una foto de Tin que llevé a un estilo pop, más lineal, movilizado por esta historia que es muy tierna”, expresó el artista, que durante toda su intervención recibió la visita de personas que “hablaban de este tipo tan querido por todos, lo cual me motivo aún más”.

“Algo que me gusta mucho porque con mí arte siempre trato de plasmar a personajes que son nuestros, como lo hice con Siete Sacos en el Playón, en el año 2012”, recordó, planteando como necesaria la intención de fomentar este tipo de cuestiones que quedan de forma permanentemente y nos llevan a “un buen momento”.

Durante todo el proceso la pareja mantuvo el secreto para regalarle la sorpresa a sus familiares quienes se emocionaron mucho al ver la obra, al igual que los vecinos que se acercaron para contar anécdotas, charlas y encuentros.

De esta manera, el arte sigue vivo y con el nuestras raíces y personajes que nos recuerdan a cada instante que “muere quien se olvida”.

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