Este martes por la tarde se pudo saber que la ciudad de Berisso vuelve a la década del 90, tristemente célebre por las privatizaciones de empresas estatales. Sólo basta recordar lo ocurrido con YPF y los  cientos de empleados que quedaron en la calle.

Este miércoles se va a tratar la privatización del cobro de las tasas municipales, algo que pareciera más una política de Cambiemos que de un Gobierno "nacional y popular", pero teniendo en cuenta que quien gobierna el municipio es un empresario, se podría entender la justificación del tratamiento que envió el Ejecutivo y necesita el acompañamiento de nuestros concejales, que son los representante del pueblo.

Esto no es más que darle un cheque en blanco a una empresa que no es de nuestra ciudad,  para que cobre mil millones de deuda: el pliego no establece tope de remuneración por el servicio, en la ordenanza no dice a quién se le va cobrar ni cómo; deja abierto para que le cobren las tasas municipales a cualquier vecino.

Lo que trascendió es que el bloque oficialista, donde hay representantes gremiales, concejales que se manifestaron que no iban a acompañar de repente se volvieron privatizadores, y acompañan la decisión del Ejecutivo de darle a una empresa la potestad para que utilice cualquier forma para cobrar las tasas.

En el marco de una pandemia donde comerciantes y vecinos, han perdido el trabajo por tener su puertas cerradas, en un año donde entre todos tenemos que ser solidarios, donde el peronismo ha levantado las banderas de la estatización de los servicios, vemos a este gobierno municipal -que dice ser peronista- tomar una decisión totalmente contraria a lo que pregona la Nación y la Provincia.