Cesó la lluvia y los vecinos de El Carmen volvieron a su karma habitual, donde la desidia es la característica principal de un cotidiano que no da tregua a las cientas de familias que residen en la zona. Las intervenciones de parte de los referentes municipales están, pero aparentemente el accionar no se lleva a cabo como es debido.

El relato de la fecha se centra en calle 130, de 33 a 36, donde hace una semana, una cuadrilla se encargó de pasar una máquina niveladora, pero el beneficio duró sólo unos días hasta que el clima de tormenta terminó por convertir a dicha arteria en un barrial.

“No se puede caminar, porque patinás. Menos llamar a una ambulancia o un remis en caso de emergencia”, describieron los frentistas que cuando salen de sus viviendas sienten “vergüenza” por lo que sucede en el barrio.

Lo cierto es que se trata de una problemática de años que sin dudas repercute en la actual gestión que “dice estar a disposición pero cuando le mandamos mensajes al  delegado de la Zona I sólo nos clava el visto; y lo mismo nos hace el intendente”, argumentaron los afectados.

Por otro lado, aclararon que los reclamos que hicieron y que piensan seguir haciendo hasta encontrar una solución tienen por objetivo establecer un trato digno: “no queremos que nos regalen nada, sino que nos traten como personas que tenemos derecho a tener las calles en condiciones”.

“Hace 17 años que vivo acá”, comentó una vecina, “y jamás pasó el recolector; y sumado a ello por hacer el nivelado dejaron una montaña de tierra en la esquina cerrando el paso”.

“La seguridad, la falta de luminaria, de limpieza y mantenimiento en general nos deja en claro que para las autoridades no pertenecemos a Berisso”, cerraron.