En entrevista con BerissoCiudad, la directora de la Mujer Género y Diversidad municipal, Marina Peñalba, habló sobre las distintas actividades que se ejecutan desde el área, atravesadas por reuniones con las autoridades locales que buscan concientizar sobre la problemática de la violencia de género.

En principio, comentó que durante la jornada del jueves se desarrolló un encuentro con las concejalas del bloque del Frente de Todos, cuyo objetivo primordial fue saber cómo está funcionando este espacio, poniéndose a disposición para pensar propuestas integrales que se llevarán a cabo durante el mes de la mujer.

Por otro lado, y haciendo hincapié en el aumento de casos presente en nuestro distrito, señaló que el 60 por ciento de las denuncias que llegan a las comisarías “son de violencia por razones de género, al margen de un gran porcentaje que no está registrado por las víctimas”.

“Cuando mencionamos el alto porcentaje tenemos que analizarlo desde distintos puntos, porque esto no significa que haya más violencia que en otros distritos, pero sí que se recurre al Estado para solicitar las medidas protectoras”, aclaró.

Y subrayó que “esto no significa que sea la solución, porque es el primer paso del abordaje”, dando cuenta que la parte económica es uno de los factores más complicados a la hora de buscar una respuesta, siendo el resguardo lo primero que se intenta cubrir.

Para ello, se está trabajando en un proyecto junto a la Secretaría de Obras y de Nación para poder tener una casa de medio camino en Berisso para una situación de urgencia, “algo que estamos haciendo más allá de no tener un edificio específico”.

Pero más allá de las medidas que se toman con las víctimas, esta gestión se replanteó la posición del victimario, al cual se le aplica una tobillera electrónica, monitoreo dual, oficiada siempre por un juez, “para poner un límite y medir los acercamientos". "Esto tiene que ver con un hecho clave que en nuestra ciudad no estaba y nosotros empezamos a llevarlo adelante”.

Y otro de los puntos es un dispositivo de masculinidades, en articulación con los juzgados, “quienes nos indican que una determinada persona necesita atención, para poder repensar el lugar del varón, del machismo, para lograr la integración y que los mismos no vuelvan a reincidir”.

Volviendo a las estrategias vinculadas a las mujeres, Peñalva explicó que para el uso del botón antipánico se requiere de un teléfono con android y crédito, algo que podía verse como un límite; sin embargo, advirtió que su uso, en algunos casos, permitió la detención de victimarios. Y, por ende, no se puede descartar.

Por último, planteó de manera imperiosa la posibilidad de contar con políticas con perspectiva de género, "porque por más allá de que nosotros actuemos la definición está en manos de la justicia".

“Si no hay una reforma judicial lamentablemente nos seguirá sucediendo lo mismo”, cuestionó, asegurando que “luego de lo que pasó con Úrsula muchas mujeres se acercaron y se animaron a denunciar”.