Tras haberse ganado, con esfuerzo y esmero, la medalla sudamericana, la atleta lanzadora de disco y bala berissense, Iara Capurro, nos contó la travesía por la que ella y su equipo tuvieron que trascender en menos de tres días para realizar a la competencia a realizarse en Ecuador. El viaje ya es un hecho.

Como integrante de la Selección Argentina, Iara se mudó a Río Tercero, Córdoba, para poder entrenar cuestiones más técnicas que hacían a la exigencia de su puesto. Situación que requirió la ayuda incondicional de su familia, la cual nunca bajó los brazos para verla crecer.

Pero llegó la pandemia y la atleta se tuvo que refugiar 11 meses sin poder ver a sus seres queridos. Sin embargo, siguió formándose vía online sin perder las esperanzas.

Así y con perspectivas al Sudamericano, a llevarse a cabo en Argentina, y al Mundial Universitario en China, logró quedar en el equipo.

A pesar de ello, por problemas sanitarios de público conocimiento, las autoridades nacionales decidieron cancelarlo y trasladarlo a Guayaquil, Ecuador. Circunstancia que llevó a reducir el número de los competidores.

Debido a la baja de 35 atletas por falta de presupuesto, a cuatro días de viajar decidieron armar un grupo para recaudar fondos y comprar los vuelos.

En este caso puntual, Santiago Maratea fue un colaborador intachable que no sólo aportó 30 mil dólares sino que también se puso al frente de la campaña que, en 24 horas, reunió 10.5 millones de pesos.

"Algo que para nosotros fue una locura", comentó Iara, agradecida por haber concretado un sueño casi imposible, preparándose para emprender su destino el próximo jueves a las 7 de la mañana, con el objetivo de representar a nuestro país.