Tras haber hecho público el rechazo al accionar del Ejecutivo local, el secretario general de la Federación Argentina de Guardavidas, Martín Idiart, brindó detalles acerca de la metodología utilizada para sacar el puesto Nº 11 en La Balandra, considerándola “una falta de respeto”.

“Más allá del tiempo que llevan los puestos en el lugar, al 90 por ciento de ellos los hicimos nosotros poniendo nuestro dinero, comentó Idiart- incluso aquel que destruyeron se hizo con aportes del gremio y donaciones de los vecinos”.

Noticia que recibieron de parte de trabajadores, los cuales les habrían anunciado que “el intendente mandó a destruir los puestos, no sólo como parte de una metodología anti obrera, sino también como apriete a quienes integran los gremios”.

A su vez, el referente sindical señaló que “lo que también se está haciendo es un recorte de las playas para reducir la planta, cuando la seguridad pública la tiene que garantizar el Estado”.

El ejemplo, apuntó, se dio este lunes “con un vecino que tuvo un infarto en La Balandra donde ni siquiera hay un desfibrilador”.

De hecho, desde la asunción de esta gestión, “se prescindió de tres guardavidas que fueron eliminados por decreto del operativo seguridad en playas; algo que es ilegal porque la ley establece que donde hay actividades deportivas y recreativas tiene que haber servicio”.

Como perlita de lo ocurrido, Idiart comentó que “no menos de ocho funcionarios” se comunicaron con él para decirle que “no estaban de acuerdo con el pedido de Fabián Cagliardi”. Sin embargo, “nuestra respuesta fue que hagan la denuncia o renuncien; porque es una actitud cobarde”, sancionó.

Por estos motivos, rechazó “el operativo unipersonal donde el resto de los funcionarios no tienen capacidad de acción”, dejando en claro que tampoco avalan la “complicidad”.

“Queremos una reconstrucción del puesto, o que nos den los materiales y lo hacemos nosotros”, remató.