BerissoCiudad tomó contacto con diversos vecinos de la zona de 25 y 157 y alrededores, quienes han manifestado diversas problemáticas que atraviesan, en torno a la infraestructura, como también la preocupante situación social de decenas de jóvenes que no encuentran un horizonte para proyectar su vida.

En principio explicaron que “el tema de la luminaria es en la calle 25 de 152 hasta 157, donde los vecinos no pueden salir a hacer mandados por la noche. Incluso en las calles 153 de 25 a 27 no hay ni una lámpara, lo mismo ocurre de calle 26 a 152 a 153 tampoco hay lámparas”.

En el mismo tenor, explicaron que otro conflicto “es el tema del zanjeo” pues “son las ocho manzanas y no hay una zanja como la gente limpia, por eso es el tema de inundación en cada lluvia. Y así no se puede vivir, las madres con bebés hacen malabares”.

Cabe consignar que en el corazón del barrio (154 entre 25 y 26), funciona el Comedor Los Peques a cargo de Matías Sosa, quien junto a un grupo de jóvenes y mujeres asisten a niños a diario con alimentos, y también brindan contención, con diversas actividades aunque la peor parte llega con la ignorancia de parte de la comuna.

En varias oportunidades, tanto Matías como los jóvenes que lo acompañan se acercaron a la comuna, manteniendo entrevistas con funcionarios como Murgia, Torres, Simonetti y demás, quedando todos en un sin fin de promesas que jamás se han concretado.

En este sentido, varios de los jóvenes aseguran que en lo referido al tema laboral “el sistema municipal nos ignora, exigimos igualdad para todos, nos cansamos de ir pedir reclamar y después vemos cómo le dan prioridad a otros que entran por la ventana, queremos trabajar y ayudar a nuestro barrio”.

Por último, mencionaron otro de los inconvenientes que padecen a diario y que en estas épocas se agudiza. “El agua potable es muy importante y no sale una gota. Por tal motivo los vecinos cargan en baldes entre las 3 y las 5 de la madrugada para abastecerse el resto del día”, graficaron.