Panorama político bonaerense

La campaña permanente se instala otra vez en la provincia

Vidal será desde ahora figura central en la campaña electoral de Cambiemos de cara a las legislativas 2017. (Dibujo: NOVA)
Vidal será desde ahora figura central en la campaña electoral de Cambiemos de cara a las legislativas 2017. (Dibujo: NOVA)

Por Maxi Pérez (@perezmaxi), corresponsal de NOVA en Casa de Gobierno y Legislatura

El rotundo fracaso del modelo económico impuesto por el gobierno de Mauricio Macri está generando serias dificultades para el despegue de la provincia tanto en materia de obras públicas como en la mejora de los salarios y condiciones laborales de los más de 600 empleados públicos, a pesar de lo cual la imagen positiva de María Eugenia Vidal sigue siendo una de las más altas entre los dirigentes de proyección nacional.

Al igual que ocurría con Daniel Scioli, el acompañamiento de los bonaerenses a la gestión actual pareciera estar desconectada de los resultados y en el mejor de los casos el rechazo es hacia alguna política o medida concreta pero nunca hacia la mandataria. 

Pero las coincidencias no terminan allí, porque son cada vez más los sectores de la economía que advierten que Vidal no solo representa una continuidad de la política económica del sciolismo, sino que en muchos aspectos se ha dedicado a profundizar algunos desequilibrios estructurales de la provincia como la presión tributaria y el abandono de los corredores productivos.

El último informe de la Confederación Económica de la provincia (CEPBA), asegura que el gobierno bonaerense perdió la brújula en materia productiva y reclama un ministro de la producción con una mirada integral y pensando políticas a futuro y no dirigentes que llegan a ese cargo para pagar favores o como respuesta espasmódica a alguna nueva alianza política.

El sector docente también reconoce continuidad y profundización de la crisis que denunciaban en el último tramo del gobierno anterior, pero en este caso remarcan que la administración actual hace casi 6 meses que incumple un acuerdo paritario y se niega a mantener cualquier diálogo que no se desarrolle en los términos que plantea el oficialismo.

Algo similar ocurre con el resto de los gremios estatales, incluso los mas dialoguistas, que admiten que muchos de los trabajadores no llegan a fin de mes y adelantan un diciembre con alta conflictividad social si es que la gobernadora no brinda una respuesta más sólida a los reclamos que vienen realizando que incluyen aumento salarial, bono de fin de año y continuidad laboral de más de 15 mil trabajadores precarizados que finalizan sus contratos el 31 de diciembre.

En este escenario todos los planes del macrismo para obtener un triunfo en la provincia en las elecciones de medio término volaron por los aires y no Elisa Carrió ni Jorge Macricosechan los apoyos suficientes como para entusiasmar a la tropa propia con un triunfo, y la chance de una Margarita Stolbizer candidata del oficialismo se diluye cada vez mas entre las definiciones de la propia legisladora.

Por otro lado el que prometía convertirse en el gran armador bonaerense y actual titular de la Cámara alta a nivel nacional, Emilio Monzó, viene teniendo tensiones con Vidal desde el comienzo de la gestión y realmente a esta altura no cuenta con demasiados diplomas políticos que mostrar para lograr la bendición presidencial de cara al año que viene.  Encima en una entrevista televisiva cometió una especie de sincericidio al afirmar que los bonaerenses del conurbano piensan en CABA y no en la provincia, lo que cayó muy mal en parte de la dirigencia cercana al gobierno.

Si hacía falta algo mas, esta semana que termina fue un cúmulo de derrotas para el oficialismo nacional a nivel político ya que no logró imponer ni el voto electrónico ni la reforma política y debió consensuar una proyecto sobre ganancias y habilitar el tratamiento en el recinto de la emergencia social que había sido rechazada por todos los funcionarios en los días previos al acuerdo.

Vale decir que el gobierno nacional se encuentra en uno de sus momentos de mayor debilidad desde su llegada al poder hace ya casi un año y por eso en territorio bonaerense ya se lanzo el operativo campaña permanente, que tendrá a María Eugenia Vidal como principal protagonista desde ahora y hasta las elecciones del año que viene.

Los últimos intentos por evitar este escenario los protagonizó la propia mandataria en su gira norteamericana y ante los empresarios hace apenas unos días a los que prácticamente les rogó que inviertan en la provincia, porque el principal problema es la falta de recursos para implementar el plan de obras, que iba a llegar a través de transferencias de nación o con créditos gestionados a nivel federal, que ahora se sabe nunca llegarán.

Además la pauta de endeudamiento esta nuevamente trabando el presupuesto en la legislatura, lo que podría recortar aún más la disponibilidad de fondos que pretende Cambiemos, es decir que en la mesa chica del macrismo bonaerense ya admiten que en el mejor de los casos la reactivación económica comenzará en paralelo con la campaña, es decir que habrá poco para mostrar en campaña.

Por eso ahora el objetivo central es convertir la elección en un plebiscito, pero no de la gestión justamente porque no habrá mucho para mostrar, sino sobre la figura de Vidal como referente única en la provincia.  Para eso ya se dieron órdenes a todos los legisladores, funcionarios y dirigentes de peso y con proyección para que bajen el perfil y solo se muestren activos de la mano de la gobernadora.

Mientras tanto todos los potenciales candidatos ya están empezando a ser anoticiados que no serán candidatos de Cambiemos ni de cada uno de los espacios que lo conforman, sino que serán los candidatos “de Vidal” y así deberán demostrarlo si quieren formar parte de las listas legislativas.

Por  el momento los armadores confían en lograr trasladar por lo menos la tercera parte de los votos de la gobernadora hacia la lista del oficialismo y por lo menos así evitar el papelón de quedar terceros detrás del peronismo y el massismo.

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