Crimen en el boliche Alcatraz de Berisso

"La víctima no agonizó, murió a los dos segundos"

BERISSO, Agosto 18.-(BerissoCiudad.com.ar) De la ampliación del informe de autopsia surge que entre víctima, en la vereda del boliche, y victimario había 42 metros. Un proyectil de una pistola 45 le destrozó los dos ventrículos a Juan Maldonado. Y le perforó un pulmón y el diafragma. Una pericia balística cotejará hoy esa bala con las once, del mismo calibre, secuestradas en la casa del imputado Fabián Gianotta. Expectativa por el video grabado por un testigo con su celular al momento de los disparos

 

La investigación por el crimen de Juan Maldonado (24), asesinado de un tiro en el pecho hace nueve días frente al boliche Alcatraz de Berisso, se debate por estas horas en el terreno pericial. Es que una ampliación del informe de autopsia reveló que el joven murió de inmediato. No agonizó. Al llegar al hospital no había ninguna posibilidad de sobrevida.

 

La autopsia fue realizada por la médica Andrea Nons y girada a la fiscal Graciela Rivero. De allí se desprende que entre el arma que escupió el proyectil y el lugar donde estaba ubicado Juan Maldonado había unos 42 metros. Esa fue la distancia entre víctima y victimario: desde la puerta del boliche donde estaban los patovicas, y en la vereda de enfrente, cerca de una escuela, donde se hallaba el joven asesinado.

 

En el informe preliminar, según se indicó en tribunales, la forense detalló que el proyectil se correspondía con una pistola 45. El mismo calibre de las once balas que fueron halladas, junto a restos de marihuana, horas después del homicidio en la casa de Los Hornos que pertenece a Fabián Gianotta, el líder de la barrabrava de Estudiantes y uno de los cuatro detenidos por este caso.

 

Sólo fueron dos segundos de sobrevida, precisaron las fuentes consultadas. El proyectil, al ingresar, en forma transversal o de chanfle, “perforó los dos ventrículos” del corazón, e interesó diafragma y un pulmón.

 

Filmación de los tiros “a mansalva”

 

En materia pericial, hoy será una jornada clave para la fiscalía. A las 7 comenzará a realizarse la pericia balística en la Asesoría Pericial de la Suprema Corte. Los proyectiles a analizar son los hallados en la casa de Gianotta.

 

También comenzará una pericia digital en la que, se procederá por primera vez a la apertura de un sobre lacrado en el que se encuentra una filmación. El registro fue realizado por un testigo de identidad reservada que ya declaró en el expediente.

 

Se trata de un video filmado por ese testigo con su celular personal. La pericia de digitalización de imágenes intentará ampliar los planos, optimizar la calidad del registro, y en particular, identificar a los autores de los disparos.

 

Ese simple rodaje efectuado con un celular podría echar luz sobre las contradictorias declaraciones que formularon la semana pasada tres de los cuatro detenidos, que para intentar mejorar su situación procesal, descargaron culpas sobre otro u otros imputados.

 

Todos contra todos

 

Fabián Gianotta, que reconoció su liderazgo como barrabrava y que era uno de los dueños de Alcatraz, dijo que a las 6.20 cuando se produjo la balacera estaba en su casa durmiendo. Pero contó que Carlos Felipe Garaña Morales hacía tareas de vigilancia en la puerta y que usaba armas.

 

Garaña Morales también está detenido. Reconoció que trabajaba de patovica. Pero juró que no usaba armas, y menos en la madrugada del crimen.

 

El tercer detenido que hizo su descargo fue Ariel Everett, alias “el gordo Pelín”. Declaró con el mismo abogado que Gianotta. Dijo que vio disparar a Garaña Morales, y que él se fue en taxi a su casa, y en el camino pasó por el domicilio de Gianotta y le avisó de los tiros. Entonces, confirmó la coartada del jefe de la barra de Estudiantes, diciendo que lo encontró durmiendo.

 

En ese cruce de acusaciones de todos contra todos, hasta ayer, los tres detenidos quedaron sindicados por seis testigos presenciales que los vieron repartiendo armas o disparando.

 

El cuarto detenido en la causa es Gastón Haramboure. Un testigo dijo verlo proveyendo las pistolas a los patovicas. Pero el imputado declaró que era uno de los socios de Alcatraz y que su trabajo consistía en organizar y animar las fiestas. Se definió como un relacionista público y aseguró que al momento de los disparos, estaba en el cuarto piso, en una oficina privada, haciendo el arqueo de las cajas y las barras.(Fuente: Diario HOY)

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