En pleno centro de la ciudad, en la calle 12 entre 164 y 166, a escasas dos cuadras y media de la Avenida Montevideo, alrededor de las 13 horas de este viernes, se produjo un hecho que podría haber tenido un lamentable desenlace.

Un adolescente que salía de estudiar del Instituto Canossiano fue violentamente interceptado en la calle 12 entre 164 y 165 por un delincuente aparentemente encubierto como “vendedor de medias”, quien plena a luz del día y a mano armada le sustrajo su celular y se dio a la fuga con su compinche, mimetizado de igual forma, y que hacía de “campana” en la esquina opuesta.

A pesar de la denuncia efectuada por los progenitores del menor asaltado brutalmente y el accionar de la policía alertada por el llamado al 911, el asaltante que era localizado por el GPS del celular, seguramente lo advirtió y lo apagó y así pudo profugarse junto a su cómplice, felizmente el menor no se resistió y le permitió salir ileso, pero con el lógico trauma psicológico producto de la violenta situación vivida.

A este hecho hay que sumarle otros, como por ejemplo, hace días atrás se produjo la sustracción de una bicicleta y una caja de herramientas del interior de la vivienda de uno de los vecinos de esa zona (12 entre 165 y 166) desconocemos a la fecha si la correspondiente denuncia del hecho fue realizada en la sede policial.

No obstante ello, el damnificado preocupado por el robo de las herramientas y su rodado, en compañía de otros vecinos llegaron hasta la obra abandonada situada en la esquina de 12 y 166, encontrando para su sorpresa en la planta alta, de la edificación aún sin terminar, a dos malvivientes durmiendo, que aún tenían el botín escondido bajo unos nylon; los que al advertir la presencia de los vecinos se dieron rápidamente a la fuga, dejando abandonado en el sitio colchones, diversos utensilios y ropa vieja que los vecinos pusieron en la vereda para que sean retirados como residuos no habituales.

BerissoCiudad consultó a los vecinos los cuales manifestaron que todo esto los puso bajo estado de alerta, uno de ellos dijo: “durante estos dos últimos meses se produjeron hechos de inseguridad en la zona que de verdad nos alarmaron”.

De igual forma, hicieron hincapié que hace años dicha obra se encuentra en total estado de abandono, generando mugre, olores nauseabundos, ratas, alimañas y se pueden advertir extraños movimientos de personas en su interior; la que presuntamente es utilizada como "aguantadero" para delincuentes que se refugian en ella y aprovechan en la oscuridad para asaltarlos y robarles, situación ésta que los tiene visiblemente atemorizados a todo el barrio y sus comerciantes.

Comentaron también que el estado de abandono de la obra provoca el crecimiento de alta vegetación sobre la vereda semi-destruida de la 166 entre 12 y 13 lo que acrecienta más aún el peligro, sin que aparentemente en todo este tiempo medie una acción correctiva y punitiva Municipal para que los responsables y/o dueños de dicha obra y resulten obligados a cerrarla totalmente en todo su perímetro de modo tal de evitar estos desmanes que ponen en riesgo a esa importante zona de la ciudad.

Amén de ello, exteriorizaron su enorme preocupación por la cantidad de niños y adolescentes que día a día concurren a estudiar y que a menudo transitan dicha zona, pudiendo ser asaltados, violados o vaya saber que otra desgracia.

En dichas arterias se pudo advertir una total ausencia de efectivos de la policía local o provincial apostados o de ronda para prevenir tal situación de peligro, como si es común y acostumbrado verlos en plena Avenida Montevideo. A través de BerissoCiudad los vecinos estaban esperanzados que desde el Municipio y la Policía les aporte una solución inmediata para poder circular sin miedo por la céntrica zona.