Seguramente, todos esos esfuerzos que se describieron en la nota anterior, se realizaban con el fin de lograr la felicidad; desde el Taekwon-do,  se dice que: “necesitamos entender el propósito de la vida, que es buscar la felicidad”.

Para comenzar, necesitamos ocuparnos de las necesidades humanas fundamentales: Comida, ropa, techo y cuidado médico.

Sin embargo, aunque poseamos abundante dinero o estemos en una posición alta en la sociedad, no hay garantía de que seremos felices.

“La verdadera felicidad sólo es posible cuando vives en armonía contigo mismo y con tú entorno, encontrando tú paz interior. Para lograr esto, debes creer en un sistema de valores, el cual te ayudará a distinguir la diferencia entre lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto”.

El término "Do" proviene de la palabra China "Dao", que significa "el camino".

Podemos decir que la vida de una persona es como un camino por el cual debe viajar.

En este camino se encuentra con varios desafíos, y debe tomar diferentes decisiones.

Utilizando el entrenamiento mental, incluyendo el entrenamiento de la cultura moral, se puede identificar los principios que lo guiarán en sus esfuerzos para el desarrollo de sus cualidades y comportamientos positivos.

Esto, definitivamente lo llevará a la máxima meta en la vida, que es lograr la felicidad.

Esto sumado, a los principios que rigen el Taekwon-do, “CORTESÍA”, “INTEGRIDAD”, PERSEVERANCIA”, “AUTOCONTROL” Y “ESPÍRITU INDOMABLE”, es parte de todo lo que este Arte Marcial, va ingresando nuevamente a nuestras mentes y a nuestro espíritu.

Desde ya que de los principios nombrados, la gran mayoría los aprendimos de chicos, pero ¿cuánto tiempo hace que no utilizamos a alguno de ellos?

Por esto es que recalco la nueva educación en valores para los de 40.

No digo que estemos en presencia de gente mal educada, o irrespetuosa, pero es una forma de volver a creer en aquello que nos enseñaron, al ver que es posible tenerlos presente, y utilizar esos valores.

Ver, sentir, moverte en un clima, un entorno donde esos valores son mas importantes que cualquier otra cosa material.

Para asegurar la integración de los valores morales del TKD, necesitamos auto-evaluarnos periódicamente repasando lo realizado durante el último período.

Para saber si hemos cumplido con cada principio del TKD:

Necesitamos, para el futuro, analizar cada situación y corregir el comportamiento o actitud incorrecta.

Un buen acoplamiento con los principios del TKD traerá la atención de los otros como modelo de lo bueno.

Utilizando este método, nos convertiremos en mejores ciudadanos, y contribuiremos en la construcción de una sociedad mejor donde prevalecerá la paz, la libertad, y la justicia.

Desde este punto, y con todo lo anterior, podemos hablar de educarnos para educar.

Que para quien practica el TKD, hablo de los que tienen mas de 40 años, esto sea útil para que en nuestra familia, con nuestros hijos sobre todo, podamos demostrar con nuestro comportamiento, que no todo lo que pasa en esta época, debe ser así, que también se puede vivir llevando con uno esos valores tan importantes, que nos hacen mejores personas.

Estos es así, el TKD a través del camino mental (el “do”), nos va perfeccionando como personas. A pesar de tener 40 años de edad o más, que no nos de veguenza.

Es muy reconfortante, encontrar, un arte marcial, no solo que nos guste por su entrenamiento físico, sino porque nos enseña a tomar en cuenta, lo que en algun punto en mas o en menos los adultos mayores perdimos.

Para terminar algunas palabras claves para reflexionar en la búsqueda de la felicidad: Verdad, respeto, humildad, generosidad, tolerancia, armonía, balance, paz, justicia, libertad, y compasión.

 CARLOS MEDINA   I Dan

Instructor: “Escuela EDGARDO VILLANUEVA

Director:EDGARDO VILLANUEVA VII Dan

Clases para jóvenes y adultos

Salón lituano  -Montevideo e/ 17 y 18, Berisso

Lunes, miércoles y Jueves  a las 20.

[email protected]