En entrevista telefónica con Cadena Radial NOVA, el economista Amílcar Collante, brindó un panorama general y disipó algunas dudas en relación a las primeras medidas tomadas por el Gobierno de Alberto Fernández.
En principio, comentó que lo que se conoce del programa, podría dividirse en dos partes: una impositiva muy grande y otra partida de gastos que tendrá subas. De todas formas, “la idea del ministro de Economía es frenar la caída de la espiral recesiva del país”.
En relación a lo que ya se confirmó, “lo más grueso son las retenciones al agro, y a ello le sigue el dólar turista que abarca a cualquier plataforma, facturación o transacciones con el exterior, donde al momento de efectuarse la operación habrá un impuesto del 30 por ciento con un dólar a 81 o 82 pesos”.
En cuanto a la brecha entre el dólar oficial y el paralelo, señaló que la misma estaba en el mínimo hasta el viernes pasado, pero tras el anuncio “la brecha comenzó a subir, algo que generalmente se da cuando hay un tope de cambio como pasa en nuestro caso”.
Seguidamente, indicó que desde el Ministerio de Salud se habló de la reducción del 8 por ciento en medicamentos, y que a nivel general habrá un congelamiento de tarifas hasta mediados de año implementando más subsidios.
En el caso de la tarjeta Alimentaria las mismas se asignarán a las madres que tengan un hijo en situación de vulnerabilidad con un monto de 4 mil pesos mensuales y 6 mil si tiene más de un hijo.
Además, se emitirá un bono de 2 mil pesos en diciembre y enero para la Asignación Universal por Hijo (AUH), y un bono de 5 mil pesos, en diciembre y enero, para los jubilados que cobran la mínima.
Por último, aclaró el punto “Sin la fórmula jubilatoria de Mauricio Macri” tras lo cual “es evidente que cuando bajas la inflación aparece un rezago, y hace que el sistema gaste más de lo que recauda; de todas formas aún no está claro cómo va a ser la actualización”.
Pero más allá de toda reformulación, “la premisa básica del nuevo Gobierno”, más allá de frenar la caída del PBI, “es evitar el default, algo que a Argentina no le juega a favor”.