En el marco del Día del Autismo, conmemorado el 2 de abril, Marta Centurión, referente de Apadea Berisso (Asociación de Padres de Personas con Autismo) y Virginia Romero, madre de un niño con autismo, se refirieron a distintas cuestiones que hacen a la materia.

Desde sus experiencias personales, Marta con Tobías de 18 años y Virginia con Juan Martín de 9, expusieron parte de sus vidas buscando interpelar a la sociedad, visibilizando y sensibilizando respecto al autismo.

“Venimos haciendo jornadas de visibilización en espacios públicos, compartidos y mostrando el autismo desde otro lado que no sea clínico y psicológico”, comenzó indicando Centurión.

Sobre signos y síntomas del autismo, sostuvieron que “no se sabe de donde proviene, cada quien con su libro dicen que puede ser por distintas cuestiones. No se sabe”. Así las cosas, se apunta entonces a los tips para identificar el autismo y poder trabajar en consecuencia.

“Es difícil. Mi hijo estaba con psicóloga pero no decían qué era lo que tenía, entonces cuando empezamos con Apadea y nos diagnosticó el psiquiatra ya sabíamos por dónde ir”, expuso Virgini, reconociendo la negación en muchos casos de los padres, madres y el entorno.

“Duele y mucho, pero el sólo hecho de saber aliviana porque podés marcar el rumbo”, puntualizó Marta.

Juan Martín cuando era pequeño no miraba, ni hablaba, sólo jugaba acomodando elementos de menor a mayor o le daba usos distintos a los elementos. “Hoy habla, tiene un vínculo distinto. Son avances”, dijo su mamá.

“Convivimos con el autismo los 365 días del año y pensar que va a ser así toda la vida hace que todo se modifique, hay que darle tiempo a las familias”, añadió Centurión.

La intención de ambas fue dejar un mensaje positivo apuntando a que siempre “se puede mejorar”, destacando también la importancia de la contención,

“Estamos buscando la socialización, y se aprende con pares”, manifestó Marta para hacer referencia a la necesidad de incorporación escolar y la necesidad del apoyo de las instituciones escolares.

Por otro lado también expresaron miedos o incertidumbres para lo que se trabaja en el brindarle herramientas a las personas con autismo. Esos miedos atraviesan a los padres fundamentalmente en lo que refiere al futuro y al manejo independiente.

El color azul representa al autismo, en este sentido explicaron que un padre envió una carta describiendo sus sensaciones. “Vio el mar y vio la vida de su hijo, a veces muy oscuro y tormentoso y a veces claro y calmo. Se le hizo la vida de su hijo y todos lo apoyamos porque nos identificamos. Pero siempre tratamos de contar lo lindo”, ahondó la referente de Apadea.

Para concluir invitaron a la comunidad en su totalidad a participar de una jornada el próximo 13 de abril para la concientización. Será a partir de las 14 horas  en el Parque Cívico, con música, actividades recreativas y artísticas. “Para visibilizar la problemática pero con alegría”, aseguró Marta sosteniendo que lo importante es la detección precoz.