BERISSO, Febrero 14 (www.BerissoCiudad.com.ar) En la mañana de este jueves, Marcelo Chediak, presidente de la Asociación Civil Tomar Conciencia, dialogó con BerissoCiudad con motivo de hacer una reseña del desarrollo de las actividades que se realizan dentro de la ONG y expresar su opinión respecto al contexto que involucra a las personas en tratamiento.
-¿Cuándo nació y cómo se desarrolla este espacio?
-Nosotros estamos hace cuatro años en funcionamiento. Nuestra idea es hacer prevención, para lo cual comenzamos con charlas en los colegios y en los barrios.
También surgió la idea de hacer prevención en los ámbitos laborales, en las empresas, a través del sindicato de SUPeH y los compañeros municipales.
El tema era llevar la palabra, cosa que resultó porque muchos trabajadores y chicos han manifestado su inquietud de querer ayudar.
Surgió el curso de operador terapéutico en la ciudad de Berisso, algo inédito en la región, porque es el único que se dicta; ahora comenzamos el séptimo, con la posibilidad de sumar a nuestros vecinos de Ensenada.
Además, se generó el espacio de la casita, un lugar que puede ser ambulatorio, donde los chicos que quieran recuperarse tienen treinta días para saber qué tipo de tratamiento necesitan.
Lo que nos estaría faltando es una unidad terapéutica, donde se pueda asistir e internar, a aquellos que no tienen contención.
-¿La gente se dirige de manera voluntaria al lugar o los llevan los familiares?
-Casi siempre vienen primero los familiares. Lo que tiene de particular el tratamiento es que lo hacemos entre todos.
Hay muchos cosas extremos donde ni la familia puede ayudarlos y por eso los derivamos a otros centros asistenciales. El problema se radica con los que no tienen obra social o porque el estado nacional y provincial no está dando las becas suficientes, porque no conllevan la política que para recuperarse hay que internarse.
-¿Cómo se maneja el tema de internación?, porque en muchos casos sucede que aquellos que salen de esta instancia reinciden.
-Lo que pasa es que cuando vos hacés un tratamiento y volvés a reincidir ya sabés por qué lo hiciste. Después del período de intoxicación viene el de controlar y saber que el consumo te hizo mal. Pero el más difícil es la desintoxicación cultural, que son cosas que vos veías como normal y te llevan a un posible consumo.
Convengamos que muchas unidades terapéuticas terminaron siendo un negocio, porque hoy la que más cerca tenemos está unos ocho mil pesos por mes.
Entonces nosotros proponemos este hospital ambulatorio porque mientras están en tratamiento también se están sociabilizando. Y lo hacemos sin fines de lucro.
-¿Cuánta gente está participando en el grupo de contención?
-Con los cursos de operador terapéutico se ha motivado a mucha gente para ayudar; se acerca a hacer pasantías, se capacita.
-También hay chicos que están en tratamiento o han logrado recuperarse y hoy están visitando las instituciones para contar su experiencia…
-Llevamos a las escuelas de los barrios los testimonios de las personas. No es para hacer bandera de nuestra institución, sino para que ellos también se sientan parte de la sociedad; si ellos pudieron también cualquier persona lo puede hacer.
Es motivador. Lo que pasa es que jugamos con muchos preconceptos en la sociedad. Cuando sacamos un bono contribución la gente no lo quiere comprar porque te dicen que una bala sale más barata.
Hicimos un convenio con el Centro de Profesional 401 donde nos vienen a enseñar bobinado, de huertas, material orgánico, hasta idiomas, y los chicos acceden a esa capacitación.
-¿Cómo se manejan las etapas del consumo?
-Son uso, abuso y dependencia que es lo más difícil. Tenemos al CPA que está ligado a la Provincia, pero creo que esa órbita tiene que ser municipal, porque si se muere un pibe con alguna dosis de alcoholemia o cualquier tipo de sustancias el intendente (Enrique Slezack) no hace nada.
En el hospital de Berisso, por fin de semana, entren dos o tres con un caso grave de intoxicación, y no encontramos ninguna persona que los asista, salvo los dos psicólogos que tiene el hospital, si están.
Me parece que no estamos trabajando en conjunto, porque dependemos de una persona que están en la plaza sentada diciendo que no hay recursos. Nosotros lo hacemos sin recursos.
No hacemos un mea culpa como sociedad para ver qué podemos mejorar para que esta persona esté en un ambiente sano.
-¿Cómo es la relación de la ONG con la ciudad de Ensenada?
-En este contexto ellos piensan como nosotros y nos convocaron, porque ellos tampoco ven respuestas del ámbito Provincial a éstas problemáticas.
Este año hay otro compromiso; el Intendente me convocó a través de Desarrollo Social, y aunque Educación no quiera vamos a hacer las charlas en la puerta de las escuelas.
-Le han destinado una playa de estacionamiento en Ensenada, para colaborar.
-Siempre le dan un espacio a una entidad de bien público y nos convocaron a nosotros y nos dieron tres playas de estacionamiento donde se repartieron bonos de contribución. Además nos permitieron hacer prevención en el corso, donde la gente se acercaba a preguntar y a pedir ayuda.
Estamos tapando este charco que nos divide y trabajando en conjunto. Estaría bueno que nuestras autoridades se junten para ver cómo se puede solucionar esto. (www.BerissoCiudad.com.ar)