El candidato a concejal por Política Obrera Eduardo Molina, visitó los estudios de FM Berisso Ciudad para dialogar sobre la campaña que lleva adelante su espacio y analizar la coyuntura política local y nacional. El dirigente se refirió a la situación política que atraviesa la ciudad y sostuvo que se vive un escenario de “descomposición” de los partidos tradicionales.
“Estamos frente a una elección caracterizada por un rechazo popular a ir a votar. La gente siente que ya todos pasaron y que ninguno resolvió nada. Lo que se expresa hoy es un cuadro de agotamiento del oficialismo y por otro lado un rejunte de lumpenismo político como lo es La Libertad Avanza”, expresó.
Consultado sobre el clima que percibe en las calles, Molina aseguró que predomina la incertidumbre y la desconfianza hacia la política. “Hay un común denominador: la gente no sabe qué se vota. Y aquellos que sí lo saben, tienen una desconfianza total. Hay un rechazo porque las condiciones de vida están destruidas. El jubilado sabe que todos los miércoles recibe palos, mientras algunos dirigentes hablan de violencia política por un cartel roto. La verdadera violencia es la que sufre el pueblo trabajador en carne propia”, cuestionó.
En su análisis, el referente de Política Obrera señaló que tanto el oficialismo como la oposición responden a la misma lógica de ajuste. “Las conquistas de los trabajadores están siendo destruidas para sostener un rescate del capital. El gobierno nacional ajusta, la provincia lo traslada a docentes y estatales y en los municipios se replica el mismo esquema. Mientras tanto, a los bonistas se les ofrecen tasas usurarias”, afirmó.
También se refirió a la situación provincial. “(Axel) Kicillof acaba de ofrecer un 1 por ciento de aumento a los docentes y estatales frente a una inflación que ya supera ese número. Es una hipoteca permanente sobre los trabajadores”, sostuvo.
En este contexto, el candidato insistió en la necesidad de que los trabajadores construyan una fuerza independiente. “Nosotros nos presentamos a estas elecciones para decir que los trabajadores tienen que intervenir de manera autónoma y construir su propia fuerza política. Hay que dejar de ser la columna vertebral y pasar a ser la cabeza de un movimiento obrero que se plante y dispute. Lo que está en juego no es si hay veinte diputados o un bloque de concejales, sino la decisión de defender los intereses del pueblo trabajador en todos los terrenos, incluido el político”, enfatizó.
Finalmente, Molina señaló que su espacio busca llevar esa voz al Concejo Deliberante: “Queremos marcarle la cancha a quienes se sientan sin resolver nada. Vamos a dar la pelea por mejores condiciones de vida, por la vivienda, por el trabajo y contra un régimen político que se derrumba y no tiene salida para los trabajadores”, concluyó.