Tensiones

“El Astillero es una olla a presión”: fuerte denuncia de trabajadores del Río Santiago por parálisis y conflictos gremiales

Continúa el conflicto en el Astillero Río Santiago.
Continúa el conflicto en el Astillero Río Santiago.

El trabajador del Astillero Río Santiago, Javier Magnani, dialogó con FM Berisso Ciudad y ofreció una radiografía preocupante sobre la situación actual de la emblemática fábrica naval, marcada por años de parálisis productiva, conflictos internos y denuncias contra la conducción gremial de ATE Ensenada.

 

“El Astillero está paralizado desde el año 2012. En los últimos 15 años se movieron apenas 2.000 toneladas de chapa y perfiles, cuando antes se construían buques de 14.000 toneladas en apenas dos años. La fábrica está prácticamente detenida”, explicó.

 

Según el trabajador, el punto de quiebre se dio cuando se desviaron 23 millones de dólares que debían destinarse a la finalización de dos buques petroleros encargados por la empresa venezolana PDVSA durante la gestión de Daniel Scioli. “A partir de ese desvío, el buque quedó paralizado en la grada principal y nunca más se retomó una producción de envergadura”, señaló.

 

Magnani también apuntó con dureza contra la conducción de ATE Ensenada, a la que acusó de manipular asambleas y otorgarse categorías jerárquicas de manera irregular. “La asamblea fue tan manipulada que hasta podría ser declarada nula. Algunos secretarios se asignaron categorías que no les correspondían. Y cuando pedimos explicaciones, el sistema interno que mostraba las categorías fue bloqueado”, denunció.

 

Además, cuestionó el rol gremial en un contexto en el que los trabajadores esperaban movilizar por salarios y por la reactivación productiva, “Nos llevaron al Ministerio de Trabajo a reclamar categorías cuando deberíamos haber estado en Casa de Gobierno reclamando trabajo. Es deplorable la conducción, no se ponen a consideración las mociones de los compañeros y se manipulan las actas”, afirmó.

 

Con un clima de creciente tensión, el trabajador describió la situación interna como “una olla a presión”. “Se acumularon reclamos salariales, de condiciones laborales, de falta de inversión y de trabajo. La fábrica está parada, hay bronca e impotencia. Esa olla estalló con esta noticia de las categorías”, sostuvo.

 

Actualmente, los trabajadores llevan adelante retenciones de tareas y asambleas por sector, sin la participación de la conducción gremial. “Cada sector decide cómo continuar. No queremos perjudicarnos entre compañeros, pero tampoco seguir tolerando la inacción”, agregó.

 

Javier Magnani repasó además el deterioro estructural de la industria naval argentina desde los años 90, cuando se privatizó la flota estatal y los astilleros perdieron sus principales clientes. “Desde entonces, el Astillero Río Santiago se mantiene abierto solo por la lucha de sus trabajadores. Ningún gobierno, ni progresista ni liberal, ha apostado por la industria naval. Todos la sostienen paralizada para después justificar su privatización”, advirtió.

 

Además, el trabajador fue crítico con la actual gestión provincial. “Axel Kicillof ya lleva seis años con la fábrica emblema de la provincia paralizada. Habla de defender al laburante, pero en los hechos no hace nada. Esta parálisis es una entrega en bandeja para que un futuro gobierno de otro color político venga a privatizar”, dijo.

 

Pese al panorama adverso, Magnani remarcó que hay alternativas para reactivar el astillero. “Existen proyectos concretos: un dique para la Armada, buques cargueros, el cruce marítimo entre el continente y Tierra del Fuego, todos con contratos o presupuestos aprobados. Pero falta decisión política”, sostuvo.

 

“Nosotros no queremos que se repita la historia. Muchos compañeros dieron la vida por el convenio colectivo y por mantener abierta la fábrica. Les debemos respeto y continuidad a esa lucha”, concluyó.

 

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