Caos

La Clínica Mosconi y un futuro incierto

La Cooperativa de Salud Clínica Mosconi ha pasado a ser una cáscara vacía, cuando el pasado 1 de junio las autoridades del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires dispusieron la clausura temporal del centro de salud, tras la realización de una inspección de rutina en la que fueron detectadas serias irregularidades respecto del servicio médico que se prestaba en el lugar.

Esto se suma a una serie de irregularidades con el incumplimiento del estatuto, la renuncia autoridades, un directorio inexistente, y promesas incumplidas para sus socios, entre los que figuran personal administrativo, enfermeras y personal de limpieza de quienes debe recordarse que estuvieron al frente de la pandemia por el COVID 19. 

El primer batacazo se sintió con el corte de servicios por parte de la obra social PAMI, debiendo sus prestatarios reubicarse para su atención, en otros centros de salud, teniendo en cuenta que era la prestadora más importante.

Entre las acciones que impulsaron los trabajadores fue la realización de una asamblea que, bajo la supervisión de una escribana, votaron por unanimidad la intervención por partes del IPAC y el desplazamiento de la actual conducción para convocar nuevamente a elecciones y regularizar la situación. 

Las figuras políticas que se lucieron en fotos en la puerta de la clínica el día que “ganó” la nueva comisión encabezada Silvia Argañaraz (socia y secretaria del Dr. Fábrega) no aparecieron más, entre ellos Ángel Celi, Vanesa Queyffer y Pablo Swar, habiendo sido parte activa de la campaña. 

Pasaron los meses y la administración se vino a pique, en un área tan compleja como la salud ya no se cumplieron los requisitos básicos para su funcionamiento lo que dejó un saldo negativo: LA CLAUSURA.  En la actualidad solo funcionan los consultorios externos dentro del edificio que supo ser modelo de atención en materia de salud cooperativa. 

Ubicada en calle 8 entre 156 y 157, “la Mosconi” cuenta con 41 camas de las cuales tres son de observación pediátrica, 28 (veintiocho) de internación en piso y 10 (diez) de UTI (Unidad de Terapia Intensiva), con 8 (ocho) respiradores digitales.  8 (ocho) monitores multiparámetros, cuatro cardioversores, seis bombas de infusión, central de oxígeno permanente y cuatro carros de paro.

A lo que se suma un tomógrafo, un mamógrafo de última generación que lo prestó  el municipio con el fin  de ayudar a quienes no tenían obra social logrando que accedan al estudio primordial para la prevención del cáncer de mama y sin embargo aún se desconoce qué utilidad le han dado. 

En la actualidad y después de dos meses de ausencia física, la señora Argañaraz ha vuelto al edificio para impulsar algunas reformas que obedecieron a la clausura por parte de las autoridades del ministerio de salud de la provincia de Buenos Aires, al mismo tiempo que ha contratado nuevo personal sin el aval de los socios, y sin una función clara dentro de la institución.

La Justicia

Entre los vaivenes padecidos, existieron las denuncias y contradenuncias realizadas por un lado por la actual conducción dirigidas hacia los trabajadores con acusaciones de robo y ataques al inmueble jamás probados.

Y otra causa judicial por malversación de fondos realizada por un grupo de socios, que en las últimas semanas avanzó y se espera que en las próximas semanas surjan novedades.

La esperanza

Decenas de socios esperan una rápida respuesta de los organismos de control como lo son el IPAC y el INAES, sin embargo, a pesar de las medidas adoptadas por el Ministerio de Salud, como por los propios trabajadores, aún no se han expedido al respecto, dejando a la ciudad con una institución de atención médica menos. 

Por último, cabe mencionar que el jefe comunal Fabian Cagliardi, había asumido un importante compromiso durante el año 2020 para evitar el cierre de la clínica por el déficit económico que atravesaba, sin embargo, la nueva gestión como primera medida decidió que ya no era necesario el apoyo estatal.

La realidad marca el final y pérdida de una clínica en la ciudad, aunque los mismos socios que pidieron la expulsión de Argañaraz y la pronta regularización de la cooperativa, hoy no pierden las esperanzas de que llegue una intervención y posterior orden logrando recuperar la atención médica.

Comentarios