En el 17 de octubre de 1945, una gran movilización obrera y sindical, comenzó a marchar desde distintos puntos del Conurbano Bonaerense hacia Plaza de Mayo, conformando un acontecimiento único, que marcó el comienzo de un ciclo histórico.
En forma pacífica, hermanados en el mismo grito y en la misma fe, los trabajadores irrumpieron en la Plaza de Mayo, exigiendo la liberación de su prisión política del entonces coronel Juan Domingo Perón, quien desde la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, promovió los derechos de los trabajadores.
Este día fue considerado como el nacimiento del Peronismo y como uno de los momentos más importantes de la historia del movimiento obrero argentino. Fue una manifestación plena de sentimiento, sin aparatos y sin micros movilizadores, donde más de 500.000 simpatizantes demostraron la lealtad y el amor hacia su líder, el Coronel Juan Domingo Perón.
Tal vez ni siquiera ellos mismos eran plenamente conscientes que estaban siendo protagonistas de un evento único, irrepetible, de esos que son considerados cruciales para cualquier cambio de paradigma. Su esfuerzo, su perseverancia, su convencimiento, terminaron por doblegar la férrea oposición del régimen gobernante, que después de darse cuenta que no había fuerza más invencible que la de un pueblo unido, organizado, convencido de sí mismo y de sus posibilidades, decidió dejar en libertad a su líder.
Tanto amor, tanta entrega, tanto fervor en pos de defender a aquél que consideraban su protector, podía englobarse en una sola palabra: Lealtad. Hoy, quienes hemos abrazado esta doctrina política como forma de vida, recordamos a aquellas mujeres y aquellos hombres que decidieron alzar su voz, después de tantos años de silencio, y que se asumieron como responsables de su propio destino. Nunca Argentina había visto semejante muestra de carácter y de amor. Había nacido el Movimiento Nacional Justicialista y ya nada volvería a ser igual que antes.
En el Día de la Lealtad, queremos hacer llegar un gran abrazo a todas las compañeras y todos los compañeros peronistas, también por qué no, a aquellos que sin compartir nuestra idea política trabajan por una Patria Justa, Libre y Soberana, para la felicidad del pueblo, y grandeza de la Nación.
Además, debemos enaltecer el espíritu de esos 20 mil obreros movilizados que con su gesta hicieron de Berisso, el “Kilómetro cero del Peronismo”, y no olvidar en este recuerdo, a quienes en pos de mantener esta doctrina sufrieron el dolor de la persecución, el exilio, las cárceles, la proscripción, y fundamentalmente a la gran EVITA, como compañera de Perón y como jefa espiritual de la Nación Argentina.
Nuestra esencia, nuestra filosofía de vida como peronista nos obliga a nunca bajar
los brazos, a nunca rendirnos, a nunca decir “nunca menos ni un paso atrás”, por eso abrazamos y defendemos el proyecto de país que comenzó en el año 2003 de la mano de Néstor Kirchner y que hoy en día continúa la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El enemigo siempre es el mismo, pero nuestras armas para combatirlos también: LA LEALTAD. Lealtad a Perón, a Evita, a Néstor y a Cristina. Lealtad al movimiento político y social más importante que tiene nuestra Nación. Lo sostenemos desde la verdadera “Cuna del Peronismo”, Berisso.
Unidad Básica Juventud Unida Peronista